Con la entrega de diplomas se clausuran las II Jornadas de Defensa Personal para mujeres

  • A su vez, este curso intensivo ha supuesto el colofón a las actividades del ciclo Marzo Cultural

  • Durante cinco sesiones se les ha enseñado a repeler un ataque o zafarse del agresor

Aunque no todas han podido ir con regularidad, por las sesiones han pasado cerca de veinte mujeres

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Marzo ha echado el cierre y con él las actividades promovidas y coordinadas por la delegación de Igualdad del Ayuntamiento de Rute en torno al Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Bajo el ciclo Marzo Cultural se han desarrollado iniciativas que han suscitado el interés femenino como las II Jornadas de Defensa Personal. Con ese nombre, durante los cinco viernes del mes se ha llevado a cabo un curso intensivo en el gimnasio del Club Deportivo Gimtar. De impartirlo se ha encargado Antonio José González. En torno a una veintena de mujeres han participado a lo largo de las cinco sesiones, aunque no todas hayan podido asistir con regularidad. El colofón se ponía el último viernes del mes, el día 31, con la entrega de diplomas. Para la ocasión, las participantes contaron con unas camisetas especiales, gentileza de la Diputación.

Para Abundi Alba, presidenta de la asociación de mujeres Horizonte de Rute, y participante en las sesiones, lo más relevante es que sólo una parte repetía respecto a la edición que se hizo el año pasado. El resto, en cambio, eran nuevas. Algunas incluso han mostrado interés en seguir profundizando en estos conocimientos. Ello indica que las mujeres cada vez están más concienciadas con esa necesidad de saber defenderse ante una agresión. Además, Alba subrayó que el curso no sólo supone una puesta a punto física sino también de su propia autoestima.

En este sentido, el monitor del curso, Antonio José González, subrayaba que se ha reforzado el aspecto físico con una serie de cursos y trucos muy básicos. Así, se ha enseñado por un lado a repeler cualquier ataque; y por otro, si la víctima es agarrada, saber zafarse de su agresor. Para todo ello, se ha demostrado que pueden valer los objetos más cotidianos, “como una llave o un bolígrafo”. Pero además se ha trabajado en el aspecto mental, para que las mujeres sean capaces de mantener la cabeza fría y actuar con inmediatez en el caso de agresión real. Según González, se ha insistido mucho en que logren “perder el miedo y que no se bloqueen”. Ambas fortalezas, la física y la mental, van ligadas. Si falta una “difícilmente podremos salir airosos de una situación conflictiva”.

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