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Antes de enero se reemplazarán todos los contenedores de envases y basura orgánica, y los de papel y vidrio se reubicarán en 31 puntos en el casco urbano
Desde el pasado lunes 3 de septiembre están en marcha las obras para la instalación de 31 puntos para contenedores soterrados en el casco urbano de Rute. Desaparecerán así todos los contenedores de acera verdes y amarillos, dedicados a residuos orgánicos y plásticos, respectivamente. Sólo quedarán algunos en las afueras o los polígonos. Los de papel y vidrio se reubicarán en los nuevos puntos. El cambio es fruto del convenio firmado en mayo de 2017 con Epremasa, la Empresa Provincial de Medioambiente, dependiente de la Diputación, con una inversión de 467.810 euros. El Ayuntamiento los reembolsará a Diputación en ocho años, para que el coste no repercuta en la tasa de recogida. De hecho, según el alcalde Antonio Ruiz, ésta será “más barata”.
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El también presidente de la institución provincial ha visitado con la diputada del área y presidenta de Epremasa, Auxiliadora Pozuelo, y el teniente de alcalde y concejal de Infraestructuras, Manuel Muñoz, los contenedores del cruce de Fuente del Moral con calle Lucena. Se han terminado en apenas unos días. El plazo está previsto para enero, pero con el ritmo de actuación podría ser antes. No obstante, Ruiz ha matizado que hasta que no estén todos listos, no pasarán a estar operativos a la vez. Por tanto, los de acera se mantendrán unos meses y mientras los soterrados permanecerán precintados. Para el alcalde, el cambio no es sólo una mejora medioambiental. Implica una apuesta por la imagen de Rute como municipio turístico. Es consciente de que hará falta “cierta adaptación”, pero cree que las ventajas compensan.
Auxiliadora Pozuelo ha aclarado que, aunque son menos puntos de los que hay ahora, la capacidad global “aumenta un 21%”, ya que cada contenedor puede albergar mil quinientos litros de residuos. Además, al desaparecer los olores se eliminan los horarios y la basura se podrá depositar en cualquier momento. En estos 31 puntos habrá 50 contenedores de basura orgánica y 32 de envases. En 18 emplazamientos se estudia la posibilidad de instalar un segundo contenedor soterrado para basura orgánica o vidrio.
Según Manuel Muñoz, los técnicos de Epremasa hicieron un estudio de la ubicación más idónea. En algunos casos hay más distancia sobre los emplazamientos actuales, pero la mayoría no cambian y se ha buscado “una situación estratégica” para no molestar al vecindario. Muñoz ha confirmado que desaparecerán los puntos donde en el futuro no haya contenedores verdes o amarillos soterrados, salvo que en casos muy puntuales por razones prácticas Epremasa optara por mantener allí los de papel y vidrio. Además, la empresa pondrá en marcha en octubre un servicio de recogida puerta a puerta de cartón comercial en el casco urbano. Se prestará de lunes a viernes.
