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La delegación de Cultura ha apostado por aunar el Ciclo de Música Clásica con el referente turístico que representa el municipio en estas fechas
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Las instalaciones de cuatro empresas relacionadas con la gastronomía local se convierten en escenario para otros tantos conciertos
Desde hace más de dos décadas, una cita habitual en la agenda de otoño es el Ciclo de Música Clásica que organiza la concejalía de Cultura. Se suele celebrar los sábados de noviembre y desde su nacimiento han sido varios los escenarios que han acogido estos conciertos, desde las iglesias y ermitas del municipio a los espacios públicos más variados. En esta ocasión, como novedad, la música llega a otros rincones, aunando la cultura en sí con el ambiente turístico que se respira en Rute en estas fechas. El año pasado hubo una experiencia previa, inaugurando el ciclo en el mismo recinto de esta edición, el Museo del Anís. La concejala del área, Ana Lazo, asegura que ya entonces existía la idea de llevar estas actuaciones a los museos temáticos ruteños o las sedes de nuestros productos gastronómicos más emblemáticos. Sabían incluso de gente “a la que apetece visitar los museos y en el mismo día escuchar a la Banda Municipal”. De ahí que ambas opciones se hayan agrupado bajo una misma oferta “turístico-cultural”. Con todo, como subrayó en la presentación, lo fundamental es el respaldo del pueblo de Rute a todas las iniciativas culturales que se promueven. Sin él, sentenció, este ciclo “no sería posible”.
- Ya hubo una experiencia previa en el Museo del Anís, y en vista de la buena acogida se ha optado por ampliarla a todo el ciclo
- El Grupo Marianne está conformado en su mayoría por pianistas, entre las que figura la ruteña María Oliva Roldán
La buena acogida de la presentación del año pasado confirmó la idea de extender la iniciativa al resto de conciertos. A ello se suma que los responsables de estas empresas han aplaudido la propuesta y han cedido gustosos sus instalaciones. Como anfitrión de este primer concierto de piano-canto, a cargo del Grupo Marianne, Anselmo Córdoba se mostró encantado de “abrir las puertas” del Museo del Anís. El director del museo mostró la novedad del “envoltorio” que presentan las botellas este año, con un homenaje a los patios cordobeses. Como recordó, el próximo 6 de diciembre se cumple el aniversario desde que la Unesco los declarara Patrimonio de la Humanidad. Este original diseño es obra del artista egabrense Gonzalo Casas, colaborador habitual de las destilerías y presente en este concierto.
Además de la novedosa apuesta por los museos gastronómicos ruteños, otro aspecto que confirmó la concejala es que este ciclo siempre da cabida a los artistas locales. El caso más obvio es el de la Banda Municipal, pero, por ejemplo, entre las integrantes del Grupo Marianne, hay una pianista de Rute, María Oliva Roldán. En realidad, lo conforman intérpretes venidas de diversos puntos del país, como la onubense Lourdes Ponce, la oboísta madrileña María Pilar Haro o la soprano vasca María Ogueta. Junto a ellas, completan el grupo Natalia Cabrera, Mari Carmen Gutiérrez y Esther Sanzo. Lo que tienen en común, aparte de la amistad y la lógica pasión por la música, es que todas viven en los alrededores de Sevilla.
A lo largo de la noche completaron un repertorio que arrancó con piezas más “autóctonas” o hasta populares, como “Asturiana”, de Falla, o “Anda jaleo”, de Lorca. Después, fueron incorporando otras de corte más clásico, como la “Música nocturna”, de Mozart o “Claro de luna”, de Debussy. El público se recreó deleitándose con las piezas tocadas a dúo, ya fuera con alguna pianista y la soprano María Ogueta o con el acompañamiento de Haro al oboe. Pero sin duda lo que más llamó la atención fueron las interpretaciones conjuntas en el mismo piano, a cuatro manos en algunos casos y en otros incluso a seis. Como había apuntado la propia concejala, esta modalidad no sólo conlleva una dificultad técnica añadida, “sino también un alto grado de empatía personal”. Una vez colmado el sentido del oído, los asistentes pudieron satisfacer los paladares, compartiendo una copa de anís de Rute para terminar la velada.
Tras esta cita inaugural, la siguiente será el día 19. Como es habitual, a las puertas de la onomástica de Santa Cecilia, patrona de la música, llegará el concierto de la Banda Municipal. Esta vez será en las destilerías de Anís Machaquito. A la semana siguiente, el 26, la almazara del Molino Nuevo acogerá la actuación de un cuarteto de cámara. Y ya en diciembre, en este caso el viernes 2, el Museo del Azúcar será el escenario de una actuación de violín y piano. La explicación de este adelanto al viernes, según dijo Ana Lazo, responde a que para esos días la campaña de Navidad estará en su punto álgido, con especial carga los sábados y los domingos. Lo que no cambia es la hora, ya que todos los conciertos comienzan a las ocho de la tarde.
