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Con este título, una exposición que permanecerá abierta durante 2025 reúne fotografías, utensilios, enseres y ajuares de cómo se vivía en Llanos de Don Juan
El Centro Cultural Cuenca Cabeza de Llanos de Don Juan, gestionado por la asociación del mismo nombre, continúa poniendo en valor el patrimonio de nuestros núcleos rurales. Tras su inauguración en agosto, la propuesta con la que cierra el año pretende rescatar el pasado de estos diseminados. Su título no puede ser más elocuente: “Memoria de las aldeas de Rute”. Va a permanecer abierta a lo largo de 2025 y se podrán concertar por WhatsApp visitas guiadas a través de un grupo de voluntarios que explicarán su contenido.
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En una primera etapa se centra en Los Llanos, pero su alma máter, Manuel Cuenca, ha adelantado que la idea es que el resto de pedanías den el relevo. De esta forma, la parte superior de la casa-museo recrearía también el “modus vivendi” de Zambra, Las Piedras-Palomares o el Nacimiento. De momento, ya se pueden ver fotografías, enseres, ajuares o utensilios cotidianos de las casas llanenses. La muestra tiene mucho de “simbólico”, en palabras de su promotor. Su atractivo no reside en la gran cantidad de objetos que recoge, sino en su capacidad para reflejar cómo se vivía en Los Llanos.
Se divide en cuatro “focos de interés”, introducidos por paneles explicativos: el hogar, como centro de todo, la escuela, el pueblo en sí y las fiestas. Como ejemplo de esos “objetos vividos”, menciona la primera radio que hubo en la aldea. Alrededor de ella se reunían los vecinos para escuchar los partes de guerra. Manuel Cuenca ha dado las gracias a todos los que han cedido estos objetos que permiten vislumbrar su pasado reciente. Cree que lo más “meritorio” es que estamos ante una iniciativa “que nace de la propia aldea y se abre a las demás”, para recorrer “un camino conjunto”.
A pesar de esta mirada al pasado, matiza que no es una exposición nostálgica. Más bien reivindica un modo de vida con menos recursos de los que ofrece una ciudad, pero con su propio encanto. El pasado ha de ser “un espaldarazo para el futuro”, para que los habitantes se sientan “orgullosos” de lo que tenían. Hay cuestiones como el paisaje o la relación entre vecinos que no tienen “un valor inmediato, pero cuando las pierdes sientes que has perdido media vida”. En esa línea, defiende que las aldeas siguen siendo “un remanso de paz”.
Para la concejala de Cultura, Dolores Ortega, la muestra confirma que los responsables del centro tienen “muchos proyectos en mente”. En este caso, se recoge la historia de personas que vivieron en la aldea, se fueron y han vuelto. La exposición permite que quede una huella de ellas, afianzar el sentimiento de pertenencia y dejar constancia de “la vitalidad” de estos núcleos rurales.
Su compañero Iván Pérez, alcalde pedáneo de Los Llanos, se siente “fascinado” de contemplar esos objetos que tanto evocan. Por eso, ha animado a todo el mundo, en especial a los jóvenes, a que acudan a ver la exposición “sin prisa”. Además, como defensor de la idea de que Rute es su casco urbano y sus aldeas, como un todo, agradece una propuesta integradora como ésta.