Carmen Valdivia presenta en Rute “Testimonios de exiliados españoles”

  • El libro recoge en primera persona el sufrimiento de su padre, exiliado republicano, en el campo de concentración de Buarfa, en Marruecos

La presentación del libro en Rute se llevó a cabo en la Bodega del Museo del Anís

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La memoria histórica continúa deparando episodios inéditos. Así lo refleja Carmen Valdivia en su libro “Testimonios de exiliados españoles. El campo de concentración en Buarfa, Marruecos”. Toda su familia de su madre, Victoria Campos, es de Rute. De ahí que lo haya presentado en nuestro pueblo. El contacto con la concejala de Cultura, Ana Lazo, vino a través del pintor Pedro Roldán. A partir de ahí se agilizaron los pasos para esta presentación en la Bodega del Museo del Anís. Su director, Anselmo Córdoba, introdujo el acto y subrayó la importancia de seguir investigando este período. Lazo añadió que sólo conociendo nuestro pasado “seremos capaces de no repetirlo”. El alcalde Antonio Ruiz ahondó en esa idea. Según dijo, la sociedad tiene “suficiente madurez democrática” para hablar de ello. Es necesario “por ética, por justicia social y por rigor histórico”. La historia se puede extrapolar a los campos de refugiados de ahora, que evidencian que la Europa actual se cimentó “sólo sobre la base económica”.

La autora firmó ejemplares al final del acto
  • Carmen Valdivia tiene un vínculo con Rute, ya que toda su familia materna es de aquí

A través de la propia voz de Antonio Valdivia, natural de Iznalloz (Granada) y militar en la República, se cuenta el periplo sufrido en el campo de concentración y el exilio posterior. La autora explicó que le propuso a su padre grabar su experiencia. A medida que le iba contando cosas, su hija hacía más preguntas “y afloraban nuevos recuerdos”. Anduvieron hacia el pasado y ahora el libro “permite recorrer esos caminos”. A los testimonios de su padre se sumaron otros, “siempre con rigor”. Valdivia ha intentado ser “el puente” entre los exiliados y los lectores. De forma estremecedora, relata, aunque no es una novela, la peripecia de su padre: primero en Francia, y luego en Marruecos, hasta ser apresado en Casablanca y llevado al campo de concentración de Buarfa.

Para la hija, aquello era “un campo de trabajos forzados”. Los prisioneros debían picar piedra, sufriendo hambre y vejaciones. Hasta el final de la Segunda Guerra Mundial su padre no se trasladó a la base americana de Casablanca. Después conocería a su madre, que estaba en Rabat. Con la guerra acabada, pero sin poder volver a España, la ONU ofreció tres destinos a los exiliados de Marruecos: Bélgica, Australia y Canadá. Antonio Valdivia eligió este último. Así concluye el libro. Carmen finalizó dando las gracias a quienes han propiciado la presentación en Rute, a los franceses que ayudaron a su padre, a quienes han aportado sus testimonios “y a los exiliados que lucharon por sus ideas”.

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