-
Pese a estar en su primer año de juvenil, la ruteña se ha alzado con el triunfo en la máxima categoría en la competición individual y por equipos
-
Junto a su gesta, su padre José María Henares y Antonio Espejo han quedado terceros en veteranos
Una de las últimas citas deportivas del año llega con los Campeonatos de Andalucía de Tenis de Mesa. Desde hace bastantes ediciones se ha convertido en un hábito que Rute esté presente en el palmarés final. Así ha sucedido de nuevo en esta ocasión, en la localidad malagueña de Cártama, donde Carmen Henares se ha superado a sí misma. La menor de las hermanas Henares, en su primer año de juvenil, se ha proclamado campeona en categoría absoluta, tanto en individual como por equipos. En individual lo ha hecho además imponiéndose a la máxima favorita, la serbia de 23 años Marija Galonja. Poco importó que su rival fuera de categoría senior y que esté considerada un referente femenino del tenis de mesa nacional. Carmen se impuso en los dos primeros sets y reconoce que tuvo “un bajón” que la llevó a que la contienda se igualara. En la quinta y definitiva manga la ruteña recuperó su mejor versión para alzarse con la victoria por 3-2.
Noticias relacionadas
En este caso se cumplió la lógica y fue el encuentro más complicado. Antes, en semifinales se había deshecho por 3-0 de Yolanda Enríquez, juvenil como ella, pero de tercer año (Carmen es de primero). Tanto Marija Galonja como Yolanda Enríquez han conformado con Carmen el conjunto de Cajasur Priego, que no ha tenido problemas para adjudicarse la competición por equipos. La ruteña reconoce que el único partido donde hubo alguna dificultad fue en cuartos contra Cártama. De hecho, Priego ha monopolizado el palmarés, venciendo en todas las pruebas absolutas. En el de chicas, Carmen es consciente de que era difícil que se les escapara el título por la calidad del grupo. Alguna jugadora podía tener un tropiezo puntual, pero no parecía lógico que todas bajaran su nivel.
Para su padre, José María Henares, el éxito individual de Carmen “no tiene precedente” por la presencia de Marija Galonja. Hasta ahora lo normal era que este campeonato lo disputaran sólo jugadoras andaluzas y no las foráneas, aunque la normativa permite que participe cualquier integrante de un equipo de la comunidad autónoma. Esta vez se ha decidido a jugarlo la serbia, a la que todas las quinielas daban de antemano como vencedora. Carmen reconoce que esa presión de su compañera de equipo a la larga se puso en contra de ella y la ruteña se benefició para jugar con soltura. Admite que, pese al resultado tan favorable, lo había pasado peor en semifinales, contra una chica de su misma categoría. La ruteña lleva dos años en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat y se sentía exigida para llegar al menos hasta ahí.
Junto a este éxito, el palmarés ruteño se ha completado con un más que meritorio tercer puesto por equipos en veteranos. Lo han logrado precisamente el padre de Carmen y Antonio Espejo. La competición en estas dos categorías, absoluta y veteranos, se ha jugado los días 26 y 27 de diciembre, mientras que las demás de benjamín a cadete, se habían reservado del 28 al 30. Como explica José María Henares, la categoría cadete en Andalucía engloba al último año de infantil y el primero de juvenil, que es donde está Carmen. Así pues, en veteranos los ruteños se han sacado la espina del año pasado, cuando por una lesión se quedaron a las puertas de semifinales. Por culpa de eso, habían perdido además la condición de cabezas de serie y ahora entraban por tanto por un lado más complicado del cuadro. De ahí que José María se sienta muy satisfecho de subir de nuevo al podio. No en vano, han eliminado a jugadores “de bastante caché” y han sido quienes peor les han puesto las cosas a los vencedores de Linares, que sólo pudieron imponerse en el quinto set a los ruteños en semifinales.
Saboreando aún este triunfo, Carmen se va a quedar en Rute hasta que pase la Navidad. Después volverá a Sant Cugat, donde mantiene un frenético tren de estudios y entrenamiento. Dedica al tenis de mesa hasta seis horas diarias, de cuatro y media a cinco “en mesa” y al menos una específica de preparación física. Aunque su residencia habitual está en tierras catalanas y se ha acostumbrado a desenvolverse en una metrópoli como Barcelona y sus alrededores, “baja” con cierta regularidad a jugar con Cajasur Priego. La estancia en el CAR responde a una beca renovable cada año por parte de la Federación. Sin duda, el triunfo en Cártama es un buen argumento para renovar cuando llegue el verano, aunque su padre matiza que un espaldarazo aún más importante fue el brillar en los pasados Campeonatos de España. Por lo que respecta a la otra parte que ha de tomar la decisión, ella y su familia, tienen meses para pensarlo. Pesa la distancia, pero notan la evolución y el potencial físico que la jugadora, aun teniendo sólo 15 años, ha adquirido en este tiempo.