Caiga quien caiga. El discurso de la derecha

Los partidos políticos de la derecha de este país se han destapado y enseñado su peor cara con esta crisis sanitaria y económica nunca antes conocida.
Después de descargar toda su ira sobre el 8-M, como si fuese el culpable de la pandemia, se han preocupado más de alejarse del oficio de la política y de acercarse más al enfrentamiento con el Gobierno, al que intenta desgastar sin argumentos pero con un conflicto extravagante y radical permanente.
Desde las bancadas derechistas han salido descalificativos como “golpistas”, “terroristas” o “sepultureros”, palabras estas que solo magnifican la intolerancia y odio de quienes las proclaman. Y es que la ofensiva es total, van a degüello. Desde los sectores más reacios del país se lleva a cabo un plan desestabilizador que poco importa que desencadene en errores históricos pasados, quiero decir que machacan caiga quien caiga, aunque la que tenga que caer sea nuestra joven y deseada democracia.
Esta violencia verbal se ha normalizado demasiado en estos duros meses de confinamiento, pues los partidos de la bancada de la derecha han pugnado por ser los que acometan el discurso más radical, el que más sacie a sus votantes, hartos estos de un “comunismo” que solo existe en sus alborotados pensamientos.
Los bulos, barbaridades, arengas guerracivilistas y manifestaciones de ricos descontentos han sido el pan nuestro durante la crisis del coronavirus española . Muchos de ellos han sido ayudados por pseudo-panfletos periodistas, cuyos voceros han encontrado la excusa perfecta para atacar la gestión del Gobierno con una rabia extremadamente desproporcionada y poco frecuente en nuestro día a día.
Vivimos en una intoxicación constante que daña nuestra vida cotidiana, que daña a la gran mayoría de españoles que estamos intentando mantener calma ante esta nueva situación y nos adaptamos a las nueva exigencia que requiere esta pandemia. Ellos no hacen nada nuevo, es lo mismo de siempre y por parte de los de siempre, que se creen con derecho a todo y por encima del bien y del mal.
Por eso hay que decir alto y claro que mucho cuidado con normalizar los discursos antidemocráticos, ya que las crisis, como esta que vivimos, han sido grandes aliadas del odio y el miedo.
El cansancio y el hartazgo de nuestra sociedad es entendible. Están siendo meses muy duros para todos. Confiemos en la gestión del Gobierno, con sus defectos y sus virtudes y alejémonos de los discursos de odio, que solo engendran odio y enfrentamiento entre iguales.
Desde IU Rute queremos mostrarnos muy agradecidos con todo el personal de nuestro municipio que de un modo u otro se han dejado la piel en la lucha contra esta terrible pandemia que nos ha azotado. También queremos transmitir nuestro más sentido pésame a los familiares que han sufrido más de cerca los estragos de este virus. No queda otra que ser fuertes y seguir el camino hacia adelante, con entereza y sabiendo que, aunque nos hubiera gustado que todo fuera sido diferente, hemos intentado hacer lo posible por aceptar esta nueva situación.
Nuestra sociedad ha cambiado, y deberemos adaptarnos a ella por el bien común.

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