El cadete femenino del Club Baloncesto Rute se despide de la liga dando la cara contra El Carmen

  • Las jugadoras de Antonio González cumplieron antes el objetivo de estar entre las cuatro primeras y eliminaron además por la vía rápida a La Rambla

Imagen del segundo encuentro de la eliminatoria contra El Carmen, en el Pabellón Gregorio Piedra

Balance liguero del equipo cadete femenino del Club Baloncesto Rute

El equipo cadete del Club Baloncesto Rute ha puesto fin a la temporada liguera. Tras superar con solvencia a La Rambla, las jugadoras que entrena Antonio González Herrerías debían medirse en semifinales al todopoderoso El Carmen de la capital. El calificativo no es ni gratuito ni exagerado, habida cuenta de la superioridad que han exhibido en todo momento. Se han mostrado intratables y han vencido todos sus encuentros hasta la fecha.

Para las ruteñas, no obstante, estar aquí ya era un premio. Se había cumplido el objetivo de meterse entre las cuatro primeras y acceder a la segunda fase. De propina, se había superado una ronda eliminando a La Rambla por la vía rápida. Así que el objetivo no era más que dar la cara ante El Carmen en esta eliminatoria al mejor de cinco partidos. Y así ha sido, por más que el 3-0 final resulte engañoso. Incluso se han conseguido “victorias parciales”, al imponerse en algún cuarto. Parece poco consuelo, pero no todos los demás rivales de la provincia pueden decir lo mismo.

La mejor versión del C.B. Rute se ha visto normalmente en los dos primeros cuartos de los encuentros. Luego, tras el descanso, las cordobesas imponían su superioridad física y técnica. Las jugadoras locales admiten que costaba aguantarles el ritmo. Ana Carmona reconoce que lo ideal sería dosificarse, pero El Carmen pone mucha intensidad en todo momento. A ello se suma un banquillo muy compensado.

Teniendo en cuenta que las de la capital están a otro nivel, mirado con perspectiva, el balance es más que positivo. El mero hecho de no venirse abajo y reponerse tras un mal cuarto da fe de su madurez sobre la cancha. Claudia Sánchez confiesa que no veía clara la posibilidad de entrar en ese corte de los cuatro mejores. Nunca antes lo habían hecho y su compañera coincide en que de primeras no confiaban. Irene González cree que en la misma medida que ha mejorado el juego ha crecido la motivación. Eso sí, saben que no hay nada mejor para reforzar la confianza que los resultados.

Aunque en actitud y rendimiento la nota es de sobresaliente, entrenador y jugadoras creen que hay margen de mejora. El técnico está convencido de que, “con pequeños detalles”, el equipo lo notará “bastante”. La base para ello se mantiene, aunque por edad para la temporada que viene perderán dos jugadoras que salen de categoría. Se quedarían ocho a la espera de alguna incorporación. Es un bloque corto, “pero suficiente para trabajar”. En cuanto al resto de la temporada, si bien la liga ha terminado, se quiere hacer una jornada de convivencia con Fuente Palmera. También se está buscando otros encuentros amistosos para no desconectar aún de la competición.

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