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A las jugadoras entrenadas por Antonio González les bastaron dos partidos para clasificarse para seminales, donde les espera El Carmen de Córdoba
Antonio González Herrerías analiza la victoria ante La Rambla
El equipo cadete femenino del Club Baloncesto Rute ha dado un paso más en su progresión de esta temporada y se ha clasificado para la siguiente fase. Cumplido el objetivo de “pasar el corte” y meterse entre las cuatro primeras de su grupo provincial, que jugarían la segunda fase de la temporada, faltaba por dilucidar qué formato tendría ésta. La idea inicial era medirse a las cuatro mejores del otro grupo, a priori más difícil. En principio se barajó otra liguilla para que todos los equipos disfrutaran de más partidos. Sin embargo, el formato final ha cambiado por completo. Los equipos del mismo grupo se la han jugado por el sistema de play-offs.
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A las ruteñas les tocó La Rambla, un rival al que, literalmente, le tienen tomada la medida. Se han enfrentado cuatro veces esta temporada y en las cuatro el triunfo ha caído del lado de las jugadoras de Antonio González Herrerías. El técnico ruteño cree que el nivel de los dos equipos es más parejo de lo que indica ese pleno de victorias. De hecho, cada encuentro ha sido muy diferente, en marcador y en desarrollo. Eso sí, todos han sido “muy competidos”. Aun así, en esta eliminatoria al mejor de tres encuentros C.B. Rute se impuso por la vía rápida. Ganó el primero en casa con cierta solvencia, 52-43, el pasado 20 de febrero y certificó el pase en La Rambla el pasado 4 de marzo, con un tanteo más corto y apretado, 22-26.
Ahora, aunque el calendario no está tan perfilado como en el otro grupo, espera el todopoderoso El Carmen en semifinales, aún sin fecha. Sí se sabe que será una semifinal al mejor de cinco partidos. Hasta el momento, el conjunto de la capital se ha mostrado intratable y está invicto en la competición. Por tanto, de lograr forzar un quinto encuentro, éste tendría lugar en Córdoba. No es fácil, pero tiene claro que la presión ha de ser para El Carmen, mientras que las jugadoras ruteñas “no tienen nada que perder”. De momento, están contentas y disfrutando del trabajo hecho, pero no pierden la ilusión por aspirar a nuevos retos.
