Bodas de plata con la enseñanza del baile

  • La Escuela de Sebastián Leal cumple un cuarto de siglo y su XXIV Festival de Baile abre por todo lo alto las puertas a los Veranos Culturales de la Villa


Galería XXIV Festival de Baile de Sebastián Leal

El arte es probablemente la forma más seductora de educación. Sebastián Leal lleva ya un cuarto de siglo enseñando a través del arte que mejor domina, el baile, a alumnado de Rute y otros pueblos vecinos. En el curso 2000-2001 ponía en marcha su escuela y de forma paralela, al término de aquel ejercicio nacía su Festival de Baile Flamenco. Después, con la evolución del centro, el festival modificaría en parte su nombre para dar cabida a otros géneros como la zumba o los bailes de salón. Pero la esencia no ha variado a lo largo de este cuarto de siglo, la de enseñar arte y valores a través de la disciplina que mejor domina.

  • A lo largo de 25 coreografías se mostró las diversas modalidades que ha llegado a abarcar la escuela

Lo volvió a poner de manifiesto el pasado 14 de junio sobre las tablas del Teatro al Aire Libre “Alcalde Pedro Flores”. Su XXIV Festival de Baile ha supuesto además el pistoletazo de salida de este año a los Veranos Culturales de la Villa. Que sea una edición menos que los años de la escuela vino impuesto en su día por las restricciones de la pandemia. Leal y su alumnado no pudieron exhibir en 2020 el arte aprendido y asimilado a lo largo de ese curso, pero la semilla de su enseñanza seguía regada con la misma mezcolanza de rigor y talento.

Pero Sebastián Leal no sólo instruye en el baile. A través de esta disciplina y sus diversos géneros y variantes, inculca a su alumnado la importancia de la solidaridad, de ayudar a colectivos que lo precisan o de devolver al pueblo parte de lo que el pueblo le da. Así empezó la noche, con la entrega del donativo que cada año concede a un colectivo social de Rute. En esta ocasión, la asociación beneficiaria ha sido Cuenta Conmigo. Su presidenta, Sara Cárdenas, agradeció el gesto y uno de sus miembros, Andrés Reina, entregó una placa al profesor, reafirmando esa muestra de gratitud.

Tras este preámbulo y las palabras introductorias de la concejala de Cultura, Dolores Ortega, lo que vino fue el arte de Leal y su alumnado expresado a través de 25 coreografías. Su pareja, José Manuel Camacho, y un grupo de alumnas de nivel avanzado se encargaron de la presentación. Estas jóvenes son la confirmación de los lazos afectivos que se crean con el tiempo en la escuela. Muchas la dejaron en su día al marchar de Rute a la Universidad y, terminada la carrera, han retomado las clases.

Entre la presentación y el saludo final, los 25 citados números ofrecieron una muestra de todo lo que a lo largo del mismo número de años ha llegado a abarcar la escuela. Del flamenco primigenio, que se mantiene como seña de identidad, se ha abierto el abanico a la bachata, la cumbia, el chachachá, bailes de salón y modalidades como la zumba o el fitness. Aunque no faltó la compañía de colegas de profesión de otras localidades, el peso del festival recayó en las coreografías de su alumnado y su escuela.

De rematar la selección, se encargaron él mismo y ese grupo avanzado, con un título elocuente: “Puertas de Tierra”. No era sólo una alusión a las antiguas murallas de Cádiz. También había una declaración de intenciones de que concibe su escuela como una puerta abierta a nuevos aires y saberes. Y es que Sebastián Leal no deja nada al azar. Hasta la música del saludo final tenía su razón de ser: “Red diamond” (de Sergey Ivanov). En efecto, Rute tiene un diamante con esta escuela y su maestro. Entre los dos llevan un cuarto de siglo puliendo el arte del baile.

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