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La celebración de la Realeza de la Virgen incluyó el paso por el manto de los niños nacidos en el último año y un concierto temático de la Banda Municipal
El final del mes ha supuesto también el broche a los cultos y actos enmarcados en las Fiestas de Mayo en honor a la Virgen de la Cabeza. Aunque el grueso del programa se concentra en la primera quincena, con la vista puesta en el segundo domino de mayo, la guinda tiene lugar el día 31. En esa fecha se conmemora la Fiesta de la Realeza de la Virgen. El acto central de la jornada es el besamanos a la Morenita, pero no es la única celebración.
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Desde primera hora de la mañana la Morenita estuvo presidiendo el altar de la parroquia de San Francisco de Asís. Tras la sobremesa, por la tarde el turno fue para los más pequeños. Siguiendo una tradición que se remonta a mediados del siglo pasado, los niños y niñas nacidos en Rute en el último año fueron pasados por el manto de la Virgen. A continuación, llegó el emotivo momento del besamanos. Decenas de personas desfilaron ante la Virgen de la Cabeza, aprovechando la ocasión, como viene ocurriendo en los últimos años, para fotografiarse junto a su imagen.
También es habitual desde hace algún tiempo que, de forma simultánea al besamanos, la Banda Municipal ofrezca un concierto en la Plaza de Nuestra Señora de la Cabeza, ante las puertas de la parroquia. Se puede considerar un concierto temático, ya que el repertorio se centra en composiciones dedicadas a la Virgen. Comenzó con el popular “Morenita y pequeñita” y terminó con el llamado “Himno grande”. Por medio, se intercalaron otros himnos y piezas menos habituales, como “Pasacalle romero” o “Reina de la serranía”.
