BASURA PROPAGANDÍSTICA

Aunque sea un asunto poco habitual para la reflexión, la basura y el uso que de ella hacemos los ciudadanos es un buen indicador social para darnos cuenta de si pertenecemos a un supuesto primer mundo como por ahí nos cuentan.
Generalmente, este residuo en el mundo civilizado es algo ocultadizo. Las distintas administraciones públicas se afanan en buscar sistemas para enmascararlo, quitarlo de la vista de la ciudadanía y buscarle un nuevo uso en el sistema de reciclaje instaurado. Esto es obvio. Como también lo es que todo nuestro pueblo está dotado con numerosos contenedores para la basura así como muchas papeleras por todo el casco urbano. Si esto es poco, contamos con un servicio de Punto Limpio durante todo el año y un número de teléfono y una página web habilitada las veinticuatro horas del día por si no podemos desplazarnos al Punto Limpio, donde vienen y recogen nuestros residuos. Tampoco viene mal recordar que desde este ayuntamiento hemos soterrado los contenedores del municipio y hemos realizado diversas campañas de concienciación al respecto, hemos llevado a cabo la colocación de varios carteles por los parajes naturales de nuestro entorno recordando que no se deposite basura en ellos. ¿ Y entonces por qué tenemos que seguir aguantando que algunos pocos destrocen el trabajo que desde este ayuntamiento se hace al respecto? Es incomprensible en un mundo y un tiempo como en el que vivimos. Volvemos a insistir a esa pequeña parte de la ciudadanía que respeten a su pueblo, a sus vecinos. Que no ensucien. Que tengan respeto y no sean unos animales. La basura no se deposita donde uno quiere. Hay muchas posibilidades para hacerlo bien. Muchísimas.
Sin embargo y pese a ser un elemento contaminante y poco deseable, el problema de la basura del que venimos hablando también tiene cierto interés. Para algunos, claro está. Para esos que no quitan el ojo de las próximas elecciones municipales y no dudan ni un momento en criticar la gestión del equipo de gobierno por cualquier cosa. Críticas en redes sociales (que a veces sí que son estas un auténtico vertedero de mentiras) con un argumentario simplón, virulento y totalmente falso. La crítica por sí sola no sirve absolutamente para nada. La que sirve es la que aporta perspectiva, estudia, analiza y propone ideas para avanzar. Y las críticas de algunos por las redes poco aportan, aparte de apuntarse algún que otro punto de cara a su fiel feligresía. Más le valdría a este sector crítico serlo con los ciudadanos que actúan mal y no contra el ayuntamiento por sistema. Que aporten también para intentar educar las malas conductas de la poca gente que así actúa en nuestro pueblo. Siempre nos han contado que hay que ser críticos pero tal vez nadie nos enseñó a que la crítica sin argumento es inservible y se queda en una simple rabieta. Y de rabietas saben mucho estos que tanto escriben e insultan al ayuntamiento, que no deja de ser el conjunto de su pueblo. Que paradoja.
En suma, lo que se quiere decir en este artículo es que debemos ser respetuosos con todo lo que nos rodea y aprender de una vez que Rute es nuestro pueblo y debemos cuidarlo como se merece. Si no lo hacemos nosotros nadie lo hará. Tengan esto siempre presente.

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