Artefacto promueve un recital de poesía mística y música renacentista ofrecido en Santa Catalina Mártir

La velada incluyó un apartado musical donde se pudo escuchar la voz de Verónica Molina

La velada incluyó un apartado musical donde se pudo escuchar la voz de Verónica Molina

El pasado sábado 13 de octubre se llevó a cabo un recital de poesía mística y música renacentista en Santa Catalina. La velada estuvo organizada conjuntamente por la Asociación Cultural Artefacto de Rute y la Parroquia de Santa Catalina Mártir. Coincidiendo con la  onomástica de Santa Teresa, que se celebra el 15 de octubre, se pensó en programar en torno a esa fecha un recital que abarcara a los poetas místicos y ascéticos del Siglo de Oro, como son la propia Santa Teresa,  Fray Luis de León o San Juan de la Cruz. Posteriormente, se optó por añadir la música renacentista.

En relación al acto del sábado, dos miembros de Artefacto, Antonio José Gómez y Óscar Repullo, explicaron cómo en la España de la segunda mitad del siglo XVI y durante el reinado de Felipe II se constituyó una de las manifestaciones más importantes de nuestra literatura. Se referían a las producciones ascéticos-místicas de nuestro Siglo de Oro, compuestas por unos dos mil volúmenes y escritas en su mayoría por miembros de las diferentes órdenes religiosas. En este sentido, Gómez dijo que las grandes figuras de la literatura religiosa conciben sus manifestaciones artísticas como “el camino de preparación espiritual y de unión del alma con Dios”.

El acto estuvo estructurado en tres partes. La primera fue la dedicada a la vida y obra de Santa Teresa de Jesús. Antonio José Gómez mencionó la reforma de la orden del Carmelo como uno de los proyectos vitales de esta religiosa. Esta reforma se basó en su idea de la sencillez y la humildad, y la obligación recuperar la pobreza, la soledad y el silencio. Tales ideas chocaron con los postulados carmelitas del momento y derivaron en la concepción de dos órdenes distintas: la de los calzados y la de las carmelitas descalzas de Santa Teresa. Para el recital se escogieron cuatro poemas: “Ayes del destierro”, “Vuestra soy, para vos nací”, “Coloquio de amor” y “Vivo sin vivir en mí”.

De Fray Luis de León, que protagonizó la segunda parte del recital, se escogieron los poemas titulados “Oda a la vida retirada”, “En la ascensión”, “Noche serena” y “A Nuestra Señora”. Finalmente, del último autor elegido, San Juan de la Cruz, se optó por “Noche oscura del alma”, “Entreme donde no supe” “Sobre la Santísima Trinidad” y “Llama de amor viva”. Fue este último título el que además dio nombre al recital. Los poemas se recitaron individualmente o con acompañamiento musical. Las lecturas  corrieron a cargo de Isabel Delgado, Aquilina Navarro, David Ruiz y María Sánchez. A lo largo de la noche, y entremezclándose con las lecturas de los poemas, se recrearon piezas de Juan de la Encina o Antonio de Cabezón, u otras más profanas de la época de John Dowland.

La ejecución de las piezas de música también estuvo a cargo de los miembros de la asociación Artefacto. En este caso se contó con Aylenmis Almeida, al laúd; Jefferson Burgos, con el fagot y el piano; Juan Francisco Caballero, con la flauta; Diego Chacón, con la guitarra; Antonio Jesús López, con oboe y piano; José María Molina, también con el laúd; Juan Manuel Porras, con el clarinete; y Verónica Molina, con su extraordinaria voz como soprano. Asimismo, también se contó con el propio párroco David Ruiz, que tocó el órgano y fue el encargado de recitar uno de los poemas. En definitiva, fue un recital didáctico que permitió acercarnos al pensamiento y a la música y la poesía de las grandes figuras del Siglo de Oro. Tanto el presidente de Artefacto, Antonio José Gómez, como el párroco David Ruiz han valorado muy positivamente este tipo de colaboración conjunta.

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