Artefacto crea conciencia con unos “Cortos contra la violencia de género”

  • La actividad parte de la concejalía de Igualdad, que ha confiado en la experiencia audiovisual de la asociación para materializarla de cara al 25-N

Dentro de las iniciativas que se promueven a nivel municipal de cara al 25-N, este año la delegación de Igualdad del Ayuntamiento ha apostado por una actividad original, costeada a través de la Diputación. Consiste en una serie de “Cortos contra la violencia de género”, que se van a proyectar en todos los centros educativos de Rute. La concejala del área, Mónica Caracuel ha agradecido la implicación de la asociación Artefacto para materializar estos cortometrajes para concienciar sobre esta lacra social.

El presidente de Artefacto, Antonio José Gómez, señaló que acogieron la propuesta “con entusiasmo”. Pensaron que podían aportar su experiencia audiovisual a un tema de interés general. El resultado son tres cortometrajes y una guía didáctica. La idea es que en todos los centros de Rute y sus aldeas cuenten con ella y, una vez proyectados los cortos en el IES Nuevo Scala y en los colegios de Infantil y Primaria, dar paso a una serie de debates para “concienciar desde la base”. Después, se les dará difusión a través de internet, aunque no se descarta una proyección pública.

  • Artefacto ha querido demostrar que la violencia nunca empieza por el final, sino que tiene un inicio y una progresión que desemboca en la violencia física

Según precisó, los cortos no son historias del todo independientes sino “la suma de muchas situaciones” o facetas que encierran la violencia física, la psicológica y los roles género. Todos recrean esas situaciones en torno a una misma idea. Así, el primero, se titula “Fuera de plano”. En un juego de palabras con el lenguaje cinematográfico, refleja roles que se han asignado históricamente a la mujer, desde las tareas de casa a su papel de cuidadoras. A continuación, el plano se abre y muestra al hombre, para concienciar de que debe participar en estas tareas.

El segundo corto, “No debería ser normal”, critica cuando se mira para otro lado en sociedades o culturas donde se dan formas de violencia de género menos frecuentes, “por fortuna”, en la nuestra como el matrimonio infantil o las condenas por adulterio. Por último, “Universos paralelos” plantea tres desarrollos de una misma historia. En episodios de control como la vigilancia del móvil o de la ropa que la mujer se pone, el corto refleja “cómo desde una situación ideal se llega a una de violencia”. En palabras de Gómez, querían demostrar que la violencia “nunca empieza por el final”, sino que tiene un inicio, un desarrollo y una progresión, “que pueden desembocar en la violencia física o incluso en la muerte”.

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