Artefacto conmemora el VIII centenario de la muerte de San Francisco de Asís con un recital músico poético

Durante el recital los miembros de Artefacto repasan los orígenes, vida y el carácter humilde de una persona que también amaba a los animales y la naturaleza

El colectivo Artefacto no ha querido dejar pasar por alto el octavo centenario de la muerte de San Francisco de Asís. Por eso, en torno a su onomástica en la parroquia que lleva su mismo nombre, los miembros de Artefacto protagonizaron, el sábado 4 de octubre, un recital músico poético en el que repasaron la infancia, vida y el legado vocacional que dejó una persona caracterizada por su carácter humilde, su apoyo al prójimo y su amor hacía la naturaleza y los animales. Al párroco, Bernard Huamán, le correspondió presentar el acto y también cantó una de las letras previstas.

  • El acto contó con la participación del Grupo Coral Lyrica

Uno de los miembros de Artefacto, Mercedes García recordó los orígenes de Francisco de Asís, en el seno de una familia italiana acomodada. García resaltó cómo un joven culto y con formación musical siempre se interesó por quienes tuvieron peor suerte, hasta el punto de llegar a renunciar a la herencia recibida. Su vocación hacia el prójimo y la llamada para formar parte de la Iglesia, relató Araceli García, le llevó a restaurar la iglesia de su pueblo y otras ermitas.

Por su parte, Ana Burguillos, centró su intervención en cómo San Francisco predicó la Palabra de Dios y se refirió a los doce discípulos que le acompañaron en dicha misión. También explicó cómo empezaron a florecer los franciscanos, a un movimiento que se extendió rápidamente y que derivó en la creación de su Orden en el año 1209. El amor, y vivir en armonía y la simplicidad, formaban parte de su predicamento, dijo Burguillos.

A Aquilina Navarro, otra de los componentes de Artefacto, le correspondió hablar de la presencia de los franciscanos en Rute. La Orden creció y se extendió fuera de Italia por otros países. En 1573, uno de los lugares en los que se establecieron fue en el sur de Córdoba, en las Sierras Subbéticas, en el paraje de la Hoz. En dicha aldea ruteña se estableció una incipiente comunidad franciscana que, un siglo después, llegó a tener hasta siete frailes. Más tarde, en 1736, fue cuando los franciscanos se trasladaron hasta Rute y se ubicaron en la ermita de la Virgen de la Cabeza.

Francisco de Asís fue un enamorado de la vida, amante de los animales y de la naturaleza y considerado Santo, por la Iglesia, por su obra y milagros. Tras caer enfermo y fallecer en 1226, con 44 años, su legado de humildad y amor continúa inspirando a otras generaciones, ocho siglos después de su muerte. El acto de homenaje a San Francisco de Asís contó con la participación musical del Grupo Vocal Lyrica y varios poemas u oraciones recitados por Isabel Delgado y vinculados a la figura de San Francisco.

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