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El recital incluyó lecturas de poemas de amor de autores destacados y la interpretación musical de los miembros de un grupo de cámara de Granada
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El presidente de Artefacto recordó cómo surgió esta fiesta religiosa en el siglo IV para sustituir a otra de origen pagano
La conmemoración del día de San Valentín, comúnmente llamado “el día de los enamorados”, está asociada a un invento de los grandes almacenes. Sin embargo, como bien se encargó de recordar el pasado sábado 11 de febrero el presidente de la asociación Cultural Artefacto de Rute, Antonio José Gómez, esta fiesta religiosa surgió en el siglo IV con objeto de sustituir a otra de carácter pagano. El día de San Valentín comenzó a conmemorarse hace quince siglos, promovido por el papa Gelasio I, quien optó por celebrar el 14 de febrero una festividad católica con objeto de reemplazar la fiesta pagada de las Lupercales. Esta fiesta tenía lugar cada 15 de febrero desde la antigua Roma, para rendir honor a Lupercus, protector de los pastores y sus rebaños. También se hacía como homenaje a la loba que amamantó a los gemelos Rómulo y Remo, destinados a fundar Roma, según la leyenda.
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Igualmente en torno a Valentín se crearon infinidad de leyendas. Destacan la que cuenta que era un bondadoso médico romano que decidió hacerse cristiano. Fue entonces cuando se ordenó como sacerdote y ofició muchas bodas entre los jóvenes enamorados. Según explica esa leyenda, el emperador romano Claudio II se enteró y ordenó ejecutarlo, convirtiéndose así en mártir para la Iglesia católica. Tras explicar los orígenes de esta efeméride, el presidente de Artefacto se encargó de presentar el recital músico-poético que habían preparado para la ocasión. Con el nombre de “Quien lo probó lo sabe”, los miembros de Artefacto condujeron al público asistente al edificio cultural de la calle Fresno a rememorar las distintas etapas y formas de sentir el amor. Para ello, se eligieron una serie poemas pertenecientes a Juan Ramón Jiménez, Antonio Machado, Pedro Salinas, Federico García Loca o Gustavo Adolfo Bécquer, entre otros.
Eduardo Navas, Yolanda Chacón, Isabel Ramos, Aquilina Navarro, Isabel Delgado y el propio Antonio José Gómez se fueron alternando en el turno en la palabra para deleitar al público con la lectura de estos poemas de amor. Se pretendía así transportar a los asistentes al recuerdo de su primer amor, el sufrimiento, la plenitud, la pérdida o los sentimientos que provocan. Entre cada uno de los bloques de poemas seleccionados se fueron intercalando las interpretaciones musicales de Verónica Molina, como soprano; Luis David Barrios, en calidad de tenor; Marcelo Solís, como barítono; y José Ángel Onieva. Los cuatro son componentes del Grupo de Cámara del Conservatorio Profesional Ángel Barrios, de Granada. Durante la noche, ofrecieron momentos musicales magistrales, alcanzando el clímax con la interpretación de “Cosa sento! Le Nozze di Figaro”, de Wolfang Amadeus Mozart.