Arapades celebra el Día Mundial del Alzheimer en el año de su vigésimo aniversario

  • Confían en poder seguir prestando el servicio que ofrecen a la sociedad ruteña, con más plazas concertadas y una nueva unidad

Más de 55 millones de personas en el mundo viven con demencia. Es un dato significativo que se recuerda coincidiendo con la conmemoración, el 21 de septiembre, del Día Mundial del Alzheimer. La efeméride se celebra con objeto de poner de manifiesto la importancia de trabajar para mejorar la calidad de estos enfermos y de sus personas cuidadoras. En ese sentido, en Rute, desde hace veinte años, Arapades intenta ofrecer a los enfermos y sus familiares toda la ayuda que puedan necesitar. Por eso, este colectivo no ha querido dejar pasar por alto esta jornada para recordarlo.

  • El acalde destacó el tiempo y desvelos que los miembros de Arapades dedican a ayudar a quienes más lo necesitan.

Por la mañana instalaron una mesa frente al Ayuntamiento para informar sobre la enfermedad y hacer visible la labor que desempeñan. Por la tarde, también desde el Ayuntamiento, en cuya fachada pende una pancarta alusiva a esta efeméride, partía una marcha ciudadana encabezada por los miembros de la junta directiva de Arapades y el alcalde de Rute, Antonio Ruiz. La marcha concluyó antes las puertas de la sede de Arapades, donde se encuentra la Unidad de Estancia Diurna que gestiona este colectivo.

Su presidenta, Natividad Leiva, recordó que este año también conmemoran su vigésimo aniversario. Con veinte palabras quiso resumir la trayectoria y lo que ha significado su andadura a lo largo de este periodo. Leiva habló de la ilusión con la que afrontaron el proyecto hace dos décadas; también del esfuerzo y el trabajo que han tenido que llevar a cabo para alcanzar las metas y los proyectos que se han propuesto. En esta andadura han sentido los nervios de no verse preparadas para afrontar las gestiones necesarias o incluso miedo e impotencia por no conseguir esas metas.

Han sido años, dijo, de grandes momentos y de otros muy duros. En estos años ha habido pérdidas. Igualmente, tuvieron que “dejar de abrazar y besar a los abuelos” durante la crisis sanitaria. En el otro extremo, también han recibido el reconocimiento del Ayuntamiento con el Premio Villa de Rute y el apoyo de las instituciones y empresas. La presidenta agradeció sobre todo la confianza de los familiares que dejan en sus manos a sus seres queridos. En definitiva, han sido unos años de seguir soñando, con más plazas concertadas o una nueva Unidad de Estancia Diurna. Natividad Leiva concluyó con la esperanza de poder seguir trabajando, como hasta ahora, con sus luces y sus sombras.

Por su parte, Antonio Ruiz mostró el compromiso de las instituciones que preside con este colectivo. Ruiz destacó la imprescindible labor que desarrollan. El alcalde también habló de la crueldad de esta enfermedad, de lo dura que es para quien la padece y para los familiares de estas personas. Ruiz dijo sentirse parte de la familia de Arapades, por los momentos vividos, y porque ha tenido la oportunidad de compartir “problemas y alegrías”. Como responsable principal de la institución provincial y del propio Ayuntamiento, siempre es “un orgullopoder trabajar por su pueblo. En especial, apuntó, cuando se hace por colectivos, asociaciones o personas que dedican su tiempo, ocio, y desvelos “a ayudar a quienes más lo necesitan”.

Unidad de Estancia Diurna

La jornada conmemorativa concluyó con la suelta de veinte globos, cada uno representativo de los años que llevan funcionando, por parte de niños y niñas de Rute, y con el reparto de unos marca-páginas elaborados por los usuarios de la Unidad de Estancia Diurna. En la actualidad, dicha unidad está preparada para atender en torno a una veintena de personas afectadas. Once de las plazas están concertadas por la Junta de Andalucía. El resto recibe atención a través de los talleres de estimulación cognitiva, que se costean con otros fondos e incluso con las aportaciones de las familias. Según la presidenta, pese a su reivindicación continua y la demanda existente, no consiguen aumentar el número de plazas concertadas con la Junta.

Para el trabajo que desarrollan hay dos psicólogas, una terapeuta, una fisioterapeuta y tres auxiliares de enfermería. Además, cuentan con personal administrativo y de limpieza necesario para mantener el centro, una cocinera y un conductor. Este último es el encargado de recoger y llevar a los usuarios a su domicilio. De lo que se trata, apunta Leiva, es de ofrecer un servicio de atención y estimulación que contribuya a mejorar la calidad de vida de estas personas, siempre con personal cualificado. En el centro no sólo se atiende a las personas enfermas, sino también a sus familiares, con otro tipo de talleres y asesoramiento. Las actividades se han retomado después de dos años suspendidas por la pandemia.

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