- El colectivo ruteño, junto a otros de la comarca, aprovecha la celebración del Día Mundial de la Salud Mental para poner de relieve sus necesidades
Con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud Mental, el 10 de octubre, diferentes colectivos de la comarca han elaborado un manifiesto conjunto. En él reivindican las necesidades más urgentes de las personas aquejadas de una enfermedad mental y sus familiares. De esta forma, pretenden no dejar pasar por alto esta efeméride. Según ha informado la presidenta de la Asociación Ruteña de Apoyo al Enfermo Mental (Araem), Isabel Ramos, este año se han suspendido, por la crisis sanitaria, todas actividades de información y concienciación que suelen programar por estas fechas.
- Según Isabel Ramos, en tiempos de pandemia no nos podemos olvidar de las personas que sufren una enfermedad mental
Los colectivos son conscientes del panorama desolador y de incertidumbre generado por la pandemia. No obstante, Araem, de Rute; Samebe, de Benamejí; Malva de Priego de Córdoba y El Sauce, de Lucena, junto a los profesionales de la Unidad de Gestión Clínica de área sanitaria del sur del Córdoba y FAISEM, prosiguen su labor de concienciación. Bajo el lema “Salud Mental, una prioridad global”, afirman que el acceso universal e igualitario a los servicios de cuidado y prevención de la salud mental se ha vuelto más necesario y urgente que nunca.
Tres miembros de Araem, la propia presidenta, Loles Sánchez e Isidoro Guerrero, han expresado en Radio Rute cuáles son esas necesidades que consideran urgentes. Piden un sistema social y sanitario que apueste claramente por una atención de mayor calidad humana hacia estas personas. Consideran necesario seguir trabajando con los familiares de los enfermos mentales. Además, piensan que es urgente dar respuesta a los problemas de salud más complejos y duales. De ahí que insten a la creación de equipos de tratamiento asertivo comunitario en cada unidad de salud mental.
También reivindican sistemas de apoyo y adaptaciones para que las personas con problemas de salud mental tengan acceso al empleo, exigiendo que se cumpla con las cuotas establecidas. Ante todo, quieren acabar con el estigma que tanto sufrimiento genera a las personas que sufren alguna enfermedad mental. Por eso, quieren profesionales sensibles, formados e informados, y sensibilidad hacia cada una de las circunstancias vitales de cada enfermo mental. Por todo ello, piden un compromiso institucional con los colectivos de personas afectadas por enfermedad mental y sus familias, máxime en tiempos de crisis sanitaria, social y económica.