El anuncio que llega desde La Molina

  • Cada año la gente se asoma a las afueras de Rute a recibir a los Hermanos de Andújar y dar la bienvenida a las Fiestas de la Virgen de la Cabeza

Las banderas entran en Rute anunciando el regreso de quienes han peregrinado a Sierra Morena

Llegada de los Hermanos de Andújar 2018

Es sabido que en Rute mayo se adelanta a abril, que las Fiestas de la Virgen de la Cabeza comienzan fuera del pueblo y hasta de la provincia. Para entender la devoción por la Morenita hay que trasladarse hasta Andújar. En la localidad jienense está la matriz de las cofradías filiales, y el Cerro del Cabezo es la tierra prometida para quienes respiran aire romero por los poros de su fe. Rute y Andújar, Córdoba y Jaén, comparten vivencias y circunstancias propias de territorios limítrofes, de fronteras permeables por las que traspiran los oficios y las tradiciones, el olivar o la Virgen de la Cabeza.

Para vislumbrar dónde se funde esta experiencia en Rute hay que ir a La Molina. Y es que las Fiestas de la Virgen de la Cabeza son muy particulares. Allí se renueva cada lunes posterior al último domingo de abril una tradición que se purifica en el santuario de Andújar invocando a Juan de Ribas, pero que se personaliza al asomar por la vieja carretera de Carcabuey. Si se hace el camino a la inversa se tiene la sensación de retroceder en el tiempo, como si en un momento dado fuera a cruzarse un grupo de peregrinos que regresa a lomos de un burro; o como si a la vez que se descuentan kilómetros para juntarse con estos paisanos de vuelta de Jaén, el reloj de la memoria retrocediera hasta reunirse con los antepasados que fundaron este rito atemporal.

Y paradójicamente, cuando se produce el reencuentro la nostalgia se transforma en mirada optimista al futuro inmediato. Porque la romería de Andújar no marca un punto y final hasta el año siguiente. Al contrario, es el pistoletazo de salida de una quincena de emociones tan a flor de piel como la primavera que se abre paso a fogonazos aromáticos de gayomba. Tal vez por eso en Rute no ocurre como en otras localidades con cofradías filiales, como El Carpio, donde se despide a quienes peregrinan a Sierra Morena.

Aquí, en cambio, la tradición es salir a recibirlos; recibir a los Hermanos de Andújar casi con honores de héroes, al menos con honores de emisarios que portan una buena nueva. Traen por el camino que va desde el tiempo hasta La Molina, la calle Fresno y el Llano, un mensaje de alegría. Con la banda sonora de los himnos a la Morenita y la base rítmica de los cohetes y los pitos, vienen con el anuncio de que es hora de ensalzar a la Virgen de la Cabeza, de que las Fiestas de Mayo de Rute ya son de nuevo una realidad.

Deja un comentario