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El jugador ruteño tuvo una actuación destacada, participando en puntos decisivos para la consecución de la medalla de bronce por parte del club granadino
Antonio Espejo – Campeonato de Andalucía de Voleibol
A Antonio Espejo Serrano las facultades para el deporte le corren por la sangre. Su padre, Antonio Espejo Padilla, es un referente del tenis de mesa en Rute. Él, por afinidad con otros amigos, se ha decantado por el voleibol. Con ellos formó parte del núcleo que revitalizó el Club Voleibol Rute hace un año y medio. Por eso, no duda en agradecer a Paco López todo lo que le ha enseñado como entrenador. Ahora, la mayoría de esos compañeros son un año mayores que él (tiene 17) y se han ido a la universidad. Esto, unido a la ausencia de clubes en la provincia, ha obligado a los que ya están fuera a buscarse equipo en las capitales donde estudian.
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Espejo, en cambio, aún vive en Rute y cursa segundo de Bachillerato en el IES Nuevo Scala. Pero su calidad no ha pasado desapercibida. En el Memorial José Herdugo, celebrado en diciembre en Sevilla, acudió con la Selección Cordobesa juvenil. Rute nutrió con siete jugadores a un combinado que no pasó de la exigente fase de grupos. Sin embargo, en el Club Voleibol Universidad de Granada se percataron de sus condiciones como opuesto (rematador) y le propusieron unirse a ellos. Aunque todavía no tiene carnet, su padre se ofreció a llevarlo los fines de semana a la capital granadina. Con su nuevo club ha disputado el Campeonato de Andalucía en Ayamonte (Huelva). Universidad de Granada ha logrado un valioso tercer puesto, gracias en buena medida a la aportación de Espejo, clave en puntos decisivos.
El torneo se dividía en grupos de tres o cuatro equipos, ya que había provincias como la cordobesa sin representación. En el suyo estaban C.V. Aracena (Huelva) y C.V. Costa del Voley (Marbella). Pese a caer contra Aracena, pasaron al vencer a los malagueños. En cuartos se midieron a Cádiz, al que doblegaron por 3-1, con más igualdad de lo que refleja el marcador. Más difícil aún fue el rival de semifinales, los almerienses de Mintonette, que confirmaron a esta provincia como un bastión del voleibol andaluz y nacional. Los granadinos remontaron dos sets y forzaron el quinto. Aun perdiendo, el ruteño asegura que es uno de los encuentros que más ha disfrutado nunca. La derrota les llevó a luchar por el bronce, donde se sacaron la espina contra Aracena.
A pesar de lo que se jugaban y de su juventud, asegura que es capaz de soportar bien la presión. Dado el perfil universitario del equipo granadino, tras su etapa de Secundaria le gustaría irse a estudiar allí y seguir con ellos, por la calidad como club y por el grupo humano que forman. Con el buen sabor de ese bronce, esperan a final de curso los Campeonatos de España. Aún no sabe si podrá ir: todo apunta a que a mediados de abril tendrá que operarse del menisco y quedará pendiente de cómo evolucione.
