Agosto en Rute

Estimado lector, en esta ocasión pretendo dejar a un lado la crítica patrimonial, circunstancia que hemos tratado en profundidad en ediciones anteriores, para realizar una reflexión sobre el aprovechamiento patrimonial de este tiempo. El mes que nos ocupa, agosto, es de los más festivos del calendario, a nivel nacional. Esto permite a Rute nutrirse de turistas y paisanospara el disfrute del amplio cartel cultural que ofrece nuestras fiestas y tradiciones; podemos incluso llegar a afirmar que en ciertos momentos Rute llega aumentar de población. Siendo así, ¿por qué no contamos con una oferta turístico-patrimonial activa para este tiempo en concreto? y aprovechar, así, este“tirón”.
Evidentemente Rute tiene potencial patrimonial, y ya hemos hecho referencia a esto en muchas ocasiones, por un lado, el turismo industrial, referente prestigioso de nuestro pueblo. Por otro, el turismo cultural, con el gran conjunto de museos existentes en nuestra villa como buque insignia; de estas entidades, son pocas las que aprovechan estos momentos para reabrir sus puertas. También quiero destacar el turismo urbano, ya que, aquí contamos con edificios singulares dignos de admirar, aunque actualmente, hayan venido a menos encontramos nuevas propuestas como la restauración de la Ermita de la Vera Cruz, la cual es digna de visitar y disfrutar. Con nuestra ultima tipología, el patrimonio histórico-arqueológico, ocurre algo similar, es más reducida que el resto, pero cuenta con monumentos de gran valor.
Hasta ahora, la temporalidad ha marcado nuestro calendario turístico, no obstante, ha llegado el momento de evolucionar y permitir que este se extienda a lo largo del año, evitando la estacionalidad. Las fiestas y tradiciones de nuestro pueblo siempre han sido un buen aliciente para el turismo, debido a su notoria calidad, ¿por qué no aprovecharlas? Añadir un complemento no denosta la fiesta, sino que, la enriquece. En pleno S. XXI hay que aprovechar todas las oportunidades, y en esta ocasión, se nos esta escapando, una muy buena, delante de nosotros. Quizás en el futuro, las tendencias turístico-patrimoniales cambien y se incline la balanza contra nosotros. Evidentemente, el cambio no puede partir solamente desde el interés particular, sino que tiene que ser el poder público quien lo dirija; aprovechando, las distintas “eclosiones” culturales ruteñas, para realizar un acercamiento para locales y foráneos, poniendo, así, en provecho casi la totalidad de nuestro patrimonio y recursos.

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