Adebo promueve una campaña online en favor del burro africano

  • A través de la plataforma change.org se están recogiendo firmas digitales para evitar la matanza de ejemplares y su uso en la medicina tradicional china

burros
Frente a las dudas de la medicina tradicional, en Adebo defienden la valía de los burros para combatir el desánimo o la depresión

Las siglas de Adebo se corresponden con la Asociación en Defensa del Borrico. Aunque se gestó en Rute y aquí tiene su sede y su reserva, el ámbito de actuación es, por definición, internacional. En sentido literal, abarca todo el mundo y así lo demuestra la última campaña de concienciación puesta en marcha. Pascual Rovira no se viene abajo ni siquiera ante un país de la relevancia y el potencial de china. La asociación ecologista que preside y lidera ha desafiado al gigante asiático, cuestionando el uso que allí se hace de estos équidos. Así, ha creado una petición en change.org. El objetivo es recoger firmas digitales a través de la plataforma online para evitar la matanza de équidos y su uso en la medicina tradicional china. Además, pretende enviar una misiva al primer ministro chino Li Keqiang instándole a que su país ponga fin a estas prácticas.

  • El responsable de Adebo cifra en más de ochenta mil los burros sacrificados en el último año
  • El periodista Eliseo García ha escrito el texto que ilustra la petición online

En realidad, los burros sacrificados proceden de África. Es en el “continente negro” donde ha diezmado la cabaña asnal. Sin embargo, la prensa internacional se ha hecho eco en los últimos meses de la compra masiva de pieles de burros para exportarlas a China. Allí se utiliza la gelatina en la medicina tradicional, con la idea de “mejorar la sangre y otros usos igual de carentes de rigor científico alguno”, según se queja Rovira. El fundador de Adebo cifra en “más de ochenta mil” los ejemplares sacrificados el año pasado. Es el precio que la ecología paga para quienes creen que la gelatina de los burros puede resultar beneficiosa para la curación de personas con pocos glóbulos rojos.

En zonas rurales del continente africano el burro sigue resultando fundamental en las mismas tareas en que lo hacía en nuestro país hasta hace apenas un siglo. Como animal de carga, es “una herramienta imprescindible” para labrar o acarrear agua. Sin embargo, la extrema pobreza de muchos africanos hace que vendan sus ejemplares ante la urgencia de dinero rápido. En muchos países se ha tomado conciencia de la problemática ecológica que representa esta venta y se ha prohibido su exportación. En otros, en cambio, se sigue permitiendo la venta de su cuero, y es ahí donde los mercaderes de la curandería echan las redes de su capital.

Desde la asociación se recuerda que, en el fondo, el burro se suma a una larga “lista negra” de especies cuya piel atrae a “los más pudientes”. Similares estragos ha causado en especies a las que, sin la más mínima base lógica, se le atribuían las más insospechadas propiedades curativas. Pese a los efectos “milagrosos” de la gelatina no están científicamente demostrados, Rovira es consciente del poder que tiene la superstición. Eso, unido a la superpoblación china, con más de mil quinientos millones de habitantes, convierte en desproporcionada la demanda. Con que una parte de los habitantes del país asiático se acojan a esa forma de “curación”, las consecuencias nefastas para esquilmar la población asnal.

En la petición online, a modo de manifiesto, se traslada a las autoridades chinas una serie de extremos sobre el daño que se está causando. Para ello se ha contado con la colaboración de Eliseo García, autor del escrito. El periodista está muy vinculado a la asociación, en especial desde que viniera a Rute para la preparación del libro “Hermano asno”, del que es autor junto al fotógrafo Desiderio Mondelo. En este escrito se hace ver que si algo se define como “medicina alternativa”, es “porque no es medicina, sin más”. También se subraya que es “imposible considerar beneficiosa para la salud una práctica que perjudica al planeta exterminando especies”. En cambio, se resalta que el burro puede ser un animal terapéutico, acompañando a personas para combatir el desánimo o la depresión. Pero para ello resulta “esencial que el asno esté vivo y a nuestro lado”.

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