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Las dos marcas que comercializa, Conde de Mirasol y Hadrianus, cosecharon veintiún premios la temporada pasada
El pasado 23 de octubre, Aceites Mirasol llevaba a cabo su primera recolección. Ha sido una recolección temprana, con el objetivo de obtener el mejor aceite posible. Aún es pronto para saber cuál será la aceptación de este virgen extra. Sin embargo, el director gerente, Alfonso Gordon, asegura que la cata interna que han hecho les hace presagiar buenos resultados. De hecho, para 2022, apunta Gordon, podrían obtener el mejor aceite de su serie histórica.
- Alfonso Gordon rinde homenaje a su padre con un embotellado especial este año
La climatología no ha acompañado, pero las muestras de este aceite, según ha informado, se han obtenido de un trance de terreno que, por su orientación respecto al sol, ha dado “unas aceitunas soberbias”. Por tanto, este año se ha dado la circunstancia de poder obtener una aceituna de buena calidad en un lugar concreto de la finca. El resto, al igual que el término municipal de Rute, aún presenta un fruto muy arrugado por la falta de agua.
La recolección del fruto con el que se han encontrado este año se ha llevado a cabo de manera muy cuidadosa, seleccionando “no sólo cada árbol, sino las ramas de las que se han obtenido estas aceitunas”. De esta forma, han obtenido “un fruto excepcional” con el que, en palabras del director gerente, están “entusiasmados”. La pasada temporada concluyó para Aceites Mirasol con la obtención de veintiún premios en distintos concursos nacionales e internacionales, y en distintas categorías.
En concreto, las dos marcas de aceites de oliva virgen extra que comercializan: Conde de Mirasol cosechó diecisiete medallas, nueve de oro, y con Hadrianus obtuvo el resto. Alfonso Gordon destaca el galardón de Portugal, en el concurso de Ovibeja, que sitúa su aceite entre los tres “oliva virgen extra” mejores del mundo y el puesto número tres de la guía Iberoleum de España. Estos reconocimientos, según Gordon, han llegado pese a ser una campaña marcada por la crisis sanitaria, con menores ventas, lo que obliga a reducir también la producción para evitar excedentes.
Los galardones son fruto del trabajo que comenzó hace casi una década. Los orígenes de Aceites Mirasol se sitúan a principios del siglo XIX, con la adquisición de una finca de mil hectáreas en nuestro término municipal para la siembra de olivos y cuya molturación se hacía en la almazara del Molino Nuevo. Dos siglos después, su biznieto, el Conde de Mirasol, se marca un reto: situar su aceite entre los mejores del mundo. Tardaron cuatro años en conseguirlo.
Hasta que no tuvieron un producto de calidad no salieron al mercado en 2016. Los reconocimientos desde entonces no han parado. Por eso, ahora, Alfonso Gordon ha querido tener unas palabras de reconocimiento a su padre, el Conde de Mirasol, fallecido el pasado 24 de septiembre. Su hijo asegura que fue el impulsor y creador del proyecto. Por eso, en el año de su fallecimiento se van a comercializar unas botellas especiales de aceite, con la impresión de una fecha, con las que se le pretende rendir homenaje.
Ruta solidaria del agua
En la vertiente solidaria de la empresa, Alfonso Gordon ha recordado el viaje en solitario que hizo en moto en el año 2018. Fue desde el Cairo hasta Kenia, con el objetivo de recaudar fondos para financiar un pozo. La segunda parte del proyecto, otro viaje en moto, aún está pendiente. En esta ocasión el trayecto que recorrerá le llevará de Ciudad del Cabo a Kenia.
Los fondos en este caso son para un huerto en Kenia. El viaje se paralizó, primero por la pandemia y después por la enfermedad de su padre. Ahora lo retoma y está previsto que se lleve a cabo en el mes de enero próximo. En este sentido, Alfonso Gordon ha agradecido la implicación de los ruteños y de otras personas de fuera de la localidad que se han involucrado en el proyecto.
