José Ariza logra completar la maratón de Málaga por debajo de las tres horas

  • Es la mejor marca en los 42,195 kilómetros de la que hay constancia en el histórico del Club Atletismo Rute

  • El corredor se había preparado la temporada con la vista puesta en hacer un buen tiempo en la cita malagueña

 Ariza asegura que se sintió bien desde primera hora y pudo correr con mucha soltura por las calles de Málaga
Ariza asegura que se sintió bien desde primera hora y pudo correr con mucha soltura por las calles de Málaga

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El Club Atletismo Rute continúa su progresión en las pruebas de fondo. La presencia de sus integrantes en diferentes carreras viene acompañada de unos resultados cada vez destacados. A finales de noviembre Juan Manuel Aguilar establecía la mejor marca de la que tiene registro el club en una media maratón, en Córdoba. Apenas una semana después, en pleno puente de la Inmaculada, el presidente José Ariza, hacía lo propio con los legendarios 42 kilómetros y 195 metros. En este caso fue en Málaga, en lo que representaba su cuarta incursión en una maratón. Desde que el club tiene registros como tal, no hay constancia de que ninguno de sus miembros haya completado esa distancia en dos horas, 57 minutos y 10 segundos.

Ariza sigue destacando que el atletismo, más en concreto las carreras de fondo, es un fenómeno en auge. Su marca o la de Juanma Aguilar no son sino la consecuencia de que cada vez se está más presente en pruebas de este tipo. Sí resalta que en el club se ha empezado la temporada “con muchas ganas”. Por lo general, arranca en septiembre, tras los rigores del verano. Eso significa que, antes de que apriete el frío, es en estas fechas cuando se alcanza uno de los mejores picos de forma. Después, meses como marzo o abril suelen tener también bastante actividad.

Por lo demás, coincide con su compañero en que lo que marque el crono depende de muchos factores. El más obvio es llegar bien preparado, tanto física como mentalmente, incluso levantarse bien la misma mañana de la prueba. Pero también influye que acompañe el tiempo, estar en una buena posición de salida o que la carrera sea fluida. En lo meteorológico, la mañana fue idónea, sin frío y sobre todo sin viento, teniendo en cuenta que 25 kilómetros transcurren por el paseo marítimo. Otra ventaja fue que su buena actuación en la maratón de Sevilla, allá por febrero, le había dado puntos para situarse en el segundo cajón de salida, justo detrás de los corredores de élite.

Gracias a todo eso, calcula que a partir del kilómetro 2 ya pudo correr a su ritmo. A partir de ahí, siguió la dinámica habitual de dividir la carrera en tramos de diez kilómetros y calibrar sensaciones al término de cada uno. Con todo, en torno al 30 o el 35 está siempre la barrera que pone al límite a cualquier maratoniano. Ariza fue sopesando esas variables, junto a otra que considera que ha supuesto el salto de calidad. Confiesa que incluso pudo ser “un poco conservador” en la primera parte, controlando la ansiedad para acelerar en la segunda. En este sentido, confirma que la experiencia no sólo enseña a correr sino a controlar la mente para mejorar los resultados.

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