Una caída resta tiempo al ciclista ruteño Dani Caballero en el Campeonato de España de Descenso

  • El accidente, bastante más grave, de otro compañero condicionó el desarrollo de la prueba para el resto de corredores

  •  El ruteño lamenta el infortunio, ya que había preparado la temporada con la vista puesta en esta cita nacional

Daniel Caballero, con el equipamiento con el que acudió a la cita del Pirineo Aragonés
Daniel Caballero, con el equipamiento con el que acudió a la cita del Pirineo Aragonés

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El ciclista Daniel Caballero ha vuelto a Rute con un sabor agridulce del Campeonato de España de Descenso. Se celebraba durante el último fin de semana de julio en el circuito de Panticosa, en el Pirineo Aragonés. Hasta allí había acudido como integrante de equipo regional, ya que había sido convocado por la Federación Andaluza. Esto no sólo le permitía desplazarse con los gastos pagados. Además, le abría las puertas a entrenar en el circuito desde dos días antes. Ya lo conocía de haber estado en otras ocasiones, como la anterior edición de este campeonato. Esa experiencia previa le había llevado a comprobar que es probablemente el circuito con más dificultad técnica de todo el país, o uno de los más complejos. Aun así, llegaba con buenas sensaciones, fruto de la buena preparación que lleva haciendo desde que comenzó la temporada. Esas sensaciones tuvieron su continuidad en los Pirineos, hasta la misma mañana de la prueba.

La prueba constaba de dos mangas, pero a efectos sólo la segunda era puntuable. La primera, como ocurre, por ejemplo, en los entrenamientos de automovilismo o motociclismo, servía para dilucidar el orden de salida en la manga definitiva. La diferencia es que en el ciclismo de descenso cada corredor sale de uno en uno, como si de una contrarreloj se tratara. Según explica, no conviene estar muy rezagado, pero tampoco forzar para salir luego el último, porque se arriesga a una caída, amén del esfuerzo extra (e innecesario) que supone. Eso fue lo que hizo y logró un puesto décimo que le dejaba en un lugar óptimo para afrontar el tramo cronometrado decisivo.

Todo eso había ocurrido a primera hora de la mañana, a las 9.50. Su salida en la segunda manga estaba prevista para la una de la tarde. Dani se encontraba en posición, y con el cronometrador haciendo la cuenta atrás, cuando de pronto esa cuenta se interrumpió. Había llegado la orden de parar porque el ciclista que había salido justo antes había sufrido una caída. Revestía además bastante gravedad, por lo que fue precisa la intervención del helicóptero para rescatarlo. El ciclista accidentado, Israel Jiménez, es conocido de Dani, de haber coincidido en otras competiciones. Éste ha señalado que tuvo, tras permanecer varios días en la UCI, evoluciona favorablemente.

El accidente retrasó más de dos horas la prueba. Cuando el ruteño dijo de salir eran cerca de las cuatro de la tarde. Asegura que salió fuera de forma y un tanto descentrado. Además, por más que intentara abstraerse, era difícil olvidarse de la caída del compañero. Había ocurrido en el primer tramo, todos habían visto el helicóptero y las noticias que circulaban sobre Israel no eran optimistas. Con todo eso dando vueltas en su cabeza, sufrió lo que llama una caída “tonta”, porque ya había superado el tramo más técnico del circuito. No tuvo consecuencias ni para él ni para la bicicleta, pero sí le restó unos segundos muy valiosos que no pudo recuperar. De hecho, los tiempos de los ciclistas que habían salido tras el accidente tampoco fueron buenos. Por tanto, a Dani le queda el sinsabor de no haber cuajado una gran actuación en Panticosa, después de haberse preparado el Campeonato con tanto esmero, por las circunstancias que rodearon a la prueba. Para “sacarse la espina” tendrá que esperar a primeros de septiembre, en Sierra Nevada, otro circuito bien conocido por él.

 

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