Rute vivió los días centrales de su Semana Santa sin que la lluvia impidiera ninguna salida procesional

  • Pese al frío, la tónica general ha sido de buen tiempo, con jornadas primaverales como la del Viernes Santo

  • La procesión de Jesús Resucitado sufrió un retraso por la llovizna, que no volvió a aparecer durante la mañana

La procesión de Jesús Resucitado, con el estreno de las dos nuevas imágenes, había despertado mucha expectación
La procesión de Jesús Resucitado, con el estreno de las dos nuevas imágenes, había despertado mucha expectación

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La lluvia ha apretado algo sin llegar a ahogar en la Semana Santa 2016 de Rute. Ahondando en el refranero, podría decirse que el tiempo ha sido bastante ladrador, pero en la práctica poco mordedor. Y es que no han faltado los sobresaltos a lo largo de la Semana Mayor, pero al final sólo ha habido que lamentar un caso en que una cofradía no completara su estación de penitencia. Fue la de la Borriquita, en el Domingo de Ramos. La procesión tuvo que encerrarse antes de tiempo en San Pedro y después, cubierta la imagen con plásticos, regresar bajo la lluvia a Santa Catalina. Ese mismo día, la procesión de la Vera Cruz aceleró su recorrido para evitar verse sorprendidos por algún aguacero imprevisto. No llegó a ocurrir, y Jesús Amarrado a la Columna y la Virgen de la Sangre salieron sin más incidencias.

El resto de las estaciones de penitencia han lucido plenamente en las calles de Rute. Todavía el Martes Santo por la noche el cielo se presentó encapotado para la procesión del Cristo de la Misericordia, pero no impidió que hiciera su recorrido completo en el tiempo estimado. De esta forma, se pudieron ver las muchas novedades que presentaba esta cofradía. Coincidiendo con el Año Jubilar de la Misericordia, ha decidido ampliar el itinerario, adelantar el horario de salida a las nueve de la noche e incorporar los ciriales y un grupo de música de capilla.

Ya a partir del Miércoles Santo, con la procesión de Jesús de la Rosa, la situación, aunque con frío, fue mejorando. Así se sucedieron las estaciones del Abuelito, el Nazareno, el Santo Entierro y Nuestra Señora de la Soledad. En algunos casos, como el de la mañana del Viernes Santo, el tiempo fue hasta soleado, típicamente primaveral y con temperaturas más que agradables. En la recta final, tal y como anunciaban algunas previsiones, la mañana del Domingo de Resurrección se presentó ligeramente lluviosa y con neblina. Ello obligó a demorar durante un rato la salida de Jesús Resucitado. Sin embargo, hacia las doce del mediodía asomaba por la puerta lateral de Santa Catalina. A partir de ahí, aunque las nubes no se fueron, nada impidió que desarrollara su recorrido con las novedades de este año.

Por lo tanto, si bien ningún cofrade ha quitado ojo del cielo (o de internet, para consultar los pronósticos) se ha podido ver en la calle el resultado de un año de esfuerzo de estas hermandades de Pasión. También se han recreado los momentos que más expectación crean. En el caso de Jesús de la Rosa, de nuevo donde más público se congregó fue la bajada con las imágenes en paralelo por la calle Juan Carlos I, la subida por el Cerro con los varales de ambos tronos rozándose o la llegada a San Francisco de Asís. Con el alumbrado apagado, cada paso entró por un lateral de la plaza, justo antes de que Jesús de la Rosa echara la bendición al pueblo de Rute.

Por lo que se refiere a la procesión del Jueves Santo, el barrio de San Pedro focalizó de nuevo la devoción por el Abuelito y la Soledad de Nuestra Señora. Fue allí también donde más saetas cantaron Julián Estrada y Miguel de Tena. El pontanense repetiría a la mañana siguiente en Zambra, junto a otra figura del cante, como es el onubense Guillermo Cano. Esta cofradía, junto a la del Nazareno, son de las que aún mantienen su apuesta firme por contratar saeteros de reconocida trayectoria. Aparte del recorrido por San Pedro, contrastó un año más la subida del Abuelito “a la carrera” por el tramo final del Cerro, mientras que la Virgen lo hacía con paso solemne.

El Cerro volvería a congregar a multitud de gente en la mañana del Viernes Santo. Por más que se repita, cuando la Banda Municipal toca “La Madrugá” y el Nazareno sube la empinada cuesta hay un sentimiento generalizado de que la Semana Santa de Rute alcanza uno de sus puntos más intensos. En general, es éste el día más grande, por su propia condición de no ser jornada laborable y por el número de procesiones que se suceden. Sin duda, la del Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores fue la que disfrutó de un tiempo más primaveral, hasta el punto de que el calor incluso apretó desde la llegada al cementerio a último tramo, en la calle Granada.

Ese tiempo tan agradable se prolongaría durante el Vía Crucis del Cristo de la Vera Cruz, para ir de nuevo refrescando conforme caía la tarde. De igual modo se hizo la transición del bullicio matinal a la austeridad de este Vía Crucis, la solemnidad del Santo Entierro, con la presencia oficial de los representantes públicos, y el recogimiento de Nuestra Señora de la Soledad. Con el paso de las horas del Viernes Santo, se va imponiendo el silencio hasta cristalizar en la medianoche, con ese único acompañamiento de los tambores sordos.

Para la mañana del Domingo de Resurrección quedaba uno de los momentos más esperados de esta edición de la Semana Santa. Había ganas de ver en la calle las nuevas imágenes de María Magdalena y el soldado romano, que se incorporan al trono de Jesús Resucitado para dar más detalles al Misterio. De ahí que la incertidumbre por si llovía fuera aún mayor. Finalmente, tras una espera de media hora, la llovizna no volvió a aparecer y se pudo disfrutar de estas novedades, junto a las dos marchas estrenadas por la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio. La procesión de Jesús Resucitado repitió su recorrido habitual, el mismo del Santo Entierro. Antes de encerrarse, como han hecho el resto de estaciones, pasó por el tramo del Paseo Francisco Salto convertido en carrera oficial. Ha sido la novedad común de este año, consensuada con el Ayuntamiento. La idea es que en el futuro se amplíe, pero de momento ha tenido una excelente acogida por todas las partes.

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