Se cierra el año agrícola en Rute con un otoño más seco de lo habitual y un verano relativamente fresco

Antonio  Navajas es el encargado de la estación meteorológica en Rute

Antonio Navajas es el encargado de la estación meteorológica en Rute

En septiembre se reinicia de nuevo el ciclo hidrológico en nuestra localidad. Y es que las mediciones meteorológicas se computan de 1 de septiembre de un año a  31 de agosto del siguiente, que es lo que comprende un año agrícola. El recién acabado año hidrológico se ha cerrado con 599,7 litros por metro cuadrado; unas precipitaciones un poco inferiores a la media del municipio que está en torno a los 630 litros. Lo que sí es destacable es la distancia que se ha producido respecto al año pasado cuando se recogieron 1.123,4 litros. Entonces se batieron los record absolutos desde 1972, fecha oficial desde que se computan estos datos. Seguidos del segundo año más lluvioso que fue durante el periodo 2010-2011  cuando se recogieron 1.200,8 litros, y el tercero el correspondiente al año 1995-96. Entonces, la lluvia caída fue de 1.002. Por contraste, el año más seco de los últimos treinta años ha sido el del periodo 98-99 cuando se recogieron 281,30 litros. Según el responsable de la estación meteorológica en Rute, Antonio Navajas, el hecho de que un año llueva mucho, y en otro llueva la mitad o apenas haya precipitaciones es propio del clima mediterráneo. Pues, nuestro clima se caracteriza por precipitaciones desiguales a lo largo del año, y también dentro de un periodo determinado; alternándose periodos de sequía y lluvia abundante.

Lo más curioso del último año hidrológico ha sido el otoño extremadamente seco que tuvimos, que contrastó con un septiembre lluvioso en el que se recogieron 44 litros por metro cuadrado. Lo que se contrapone con octubre y noviembre, en los que apenas si se recogen 13 litros cada mes. Ya en diciembre fue un mes con abundantes precipitaciones. De hecho, el día de Navidad, el 25 de diciembre, fue el más lluvioso del presente año, cuando en un solo día se computaron 75 litros. Otro dato llamativo, según Navajas, es que también en otoño, en este caso del día 3 de octubre, fue cuando menos agua se recogió en la estación con 0,2 litros. La buena racha que se abrió en Navidad se mantuvo en enero y febrero, con 146,6 litros y 161,7 respectivamente. Unos registros similares a los del año anterior. Sin embargo en marzo sí se produjo un parón importante. Ese mes se recogieron 51,8 litros. Una cifra que no tiene nada que ver con las lluvias de marzo de 2013 cuando se registraron 247,7 litros; el mes de marzo más lluvioso de toda la serie histórica. En abril, y contra pronóstico de la leyenda “en abril aguas mil” tan sólo cayeron 43,7 litros, una  cantidad que está por debajo de la media mensual en Rute de ese mes que se sitúa en 60 litros. También es significativo el mayo extremadamente seco que hubo, con sólo 8 litros caídos a lo largo de todo el mes. Junio se comportó algo mejor con 13 litros y el resto de meses julio y agosto apenas si se registraron precipitaciones.

En cuanto a las temperaturas, la máxima absoluta se dio en el mes de julio con 38 grados y medio. Y la mínima absoluta, de medio grado, se ha computó en tres momentos diferentes: los días 21 y 30 de noviembre, y también el 30 de diciembre. También es reseñable que este año no se ha habido temperaturas negativas en contraste con el año anterior, cuando el 28 de febrero se registró medio grado negativo. Entonces, fue cuando tuvo lugar la última nevada importante del municipio. Respecto al verano ha sido más fresco de lo habitual. Con un mes de julio relativamente fresco y con un grado y tres décimas por debajo de la media del mes. Asimismo en el mes de agosto también se ha producido una pequeña anomalía térmica con tres décimas de grado por debajo del a media. Sin embargo, lo significativo es que no se han encadenado muchos días seguidos de calor. No ha habido lo que se denomina olas de calor. Pues, apenas si ha habido varios picos con tres o cuatro días seguidos que se hayan superado los 35 grados. En resumen, el último año agrícola nos ha ofrecido una primavera calurosa, un otoño seco, un inverno dentro de lo habitual y  un verano  fresco.

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