Rute vuelve a ser punto de encuentro para coleccionistas relacionados con el mundo del motor

La feria ha acabado por especializarse como un  punto de encuentro para intercambio de las codiciadas piezas de repuesto para  vehículos antiguos

La feria ha acabado por especializarse como un punto de encuentro para intercambio de las codiciadas piezas de repuesto para vehículos antiguos

Durante el último fin de semana de enero han vuelto a rugir los motores en Rute. El complejo El Vado ha acogido la Feria Ejes Paralelos, que organiza el Parque Temático del Anís. 26 ediciones contemplan ya esta muestra que nació como una exhibición de motos y coches antiguos. A la vez, Ejes Paralelos se situaba como un referente andaluz e incluso nacional, sólo por detrás de Madrid y Barcelona. Ante la imposibilidad de alcanzar a las dos metrópolis, la feria ha buscado la especialización. Para Martínez, hay dos claves para que la feria se mantenga. Una es “la tenacidad”. Por supuesto, también ayuda la experiencia. Es consciente de que son “muy conocidos” en España. El otro factor está en esa especialización. El director recuerda que la feria comenzó como una inmensa exposición de coches y motos. Sin embargo, ahora los coches se venden sobre todo por internet “porque cuesta muchísimo desplazarlos”. En respuesta, la feria se ha centrado en las piezas de recambio. Gracias a ello, Ejes Paralelos se ha convertido en “un punto de encuentro”. Los coleccionistas buscan la pieza que necesitan, y si no pueden hacerlo antes, se citan para la entrega en la siguiente edición.

Pero además, la feria ha ido evolucionando para dar cabida a todo lo relacionado con el coleccionismo aplicado al mundo del motor: revistas especializadas, camisetas, coches en miniatura, son algunas de las piezas de museo que se pueden encontrar en Ejes Paralelos. Por lo general, son ejemplares muy antiguos. Uno de los expositores, Jaime Boira, ha venido a Rute con su esposa. Ambos atesoran una colección de revistas con una antigüedad no inferior a 25 años. Sin embargo, la pieza que más expectación ha despertado era un simulador de un Fórmula 1. En esta recreación de dos plazas, el realismo de la carcasa, el volante y el asiento contribuían a recrear entre los clientes la sensación de estar pilotando el Ferrari del mismísimo Fernando Alonso.

Junto a los más variados géneros de coleccionismo, los recambios y sin olvidar los propios vehículos, hay otro sector que se da cita en la feria, el de la restauración. Anselmo Orts ha venido desde Cartagena a mostrar su trabajo. Se dedica a reparar carrocerías, principalmente de madera, de coches antiguos. A Rute ha traído un Peugeot 172 de 1925, que está restaurando ahora. Siempre trabaja por encargos. Según explica, por lo general no son coches comprados sino heredados, y sus dueños quieren arreglarlos “por cuestiones emocionales”.

Y junto a los expositores del mundo del motor, otro ajeno a este terreno, pero habitual de esta cita. Desde hace años el Ejército de Tierra está vinculado al Parque Temático. En su origen lo hizo con la feria “Tronos y Tambores”, dedicada al mundo cofrade y la Semana Santa, y más cercana a la Legión. El subteniente Juan Antonio Vidales confiesa que la relación es muy buena y por eso han seguido viniendo. Ejes Paralelos les brinda la ocasión de dar a conocer las salidas profesionales del Ejército de Tierra. También reconoce que la crisis ha hecho que la gente renueve el interés, curiosamente ahora que el propio Ejército tiene “menos oferta”. Lo más positivo es que se acercan sin prejuicios y sabiendo que es “una opción para ser útil y adquirir conocimientos”.

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