Los escolares de Ruperto Fernández Tenllado participan en un taller de papiroflexia

  • La monitora es la autora de la colección de papiroflexia que se expone durante toda la campaña de Navidad en los Museos del Aguardiente Anisado

  • Los alumnos y alumnas del colegio van a elaborar una gran estrella modular que contiene ocho piezas

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La monitora Beatriz García-Jiménez enseña a los escolares los secretos de esta arte de origen japonés

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Llega a los colegios de Rute la papiroflexia. En concreto, los alumnos y alumnas del Colegio Público Ruperto Fernández Tenllado participaron durante la jornada del 29 de noviembre en un taller a cargo de Beatriz García-Jiménez Reder. La monitora es la autora de las obras que de forma permanente se encuentran expuestas durante toda esta campaña de Navidad en los Museos del Aguardiente Anisado de Rute y España, en la calle Málaga. La madrileña presentó en el mes de octubre su colección de “Origami”, nombre original que se le dio a la papiroflexia en Japón, de donde procede.

Ahora, se ha trasladado a los colegios para enseñar a los niños y niñas esta arte, y para hacerles partícipes de las bondades que ofrece su realización. Para Beatriz García-Jiménez, la práctica de la papiroflexia puede resultar terapéutica. Pero además es una forma de desarrollar otras muchas habilidades que tienen que ver con nuestra creatividad, la memoria, e incluso geometría. García-Jiménez destaca que es una manera de aprender matemáticas jugando. La papiroflexia es una ciencia arte que desarrolla la habilidad de hacer todo tipo de figuras de papel a base de dobleces, sin ningún tipo de tijeras, ni pegamentos.

Aprovechando que se acercan las fiestas navideñas, los escolares se han iniciado en esta arte con la elaboración de una gran estrella modular. Se trata de un trabajo en equipo, de forma que, distribuidos en grupos de ocho alumnos, cada uno confecciona una estrella modular que contiene ocho piezas. Lo más interesante de la iniciativa, resalta la monitora, es que ofrece la alternativa de aprender a entretenerse y divertirse, con algo distinto a los ordenadores, las pantallas o las videoconsolas. García Jiménez apunta que la papiroflexia no consiste sólo en hacer una pajarita, “sino que es un mundo que ofrece infinidad de posibilidades a quien la practica”. Se pueden hacer todo tipo de cosas, desde una casita, una planta, animal, un belén “o cualquier cosa que se ocurra”.

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