Se estrenan dos pasodobles dedicados al músico ruteño Rafael Ramírez

rafael ramirez saxo
Rafael Ramírez con su instrumento principal, el saxo

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Suele decirse que Rute es un pueblo muy apegado a la música. Sobran los motivos para tal afirmación. Al referente de la Banda Municipal se suma desde hace un lustro la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio. Cualquier concierto cuenta con numeroso público y son varios los grupos pop que surgen en un núcleo relativamente pequeño. Para completar, algunos de estos músicos han dado el salto creativo. Lo infrecuente es lo que le ha ocurrido a Rafael Ramírez. Le han compuesto dos pasodobles con apenas unas semanas de diferencia. Y avisa: son dos “por ahora”. Para octubre le han prometido otro, “con letra incluida”. Él mismo, que siempre se ha definido como “un obrero de la corchea”, no sale de su asombro. Lo que no le había pasado en 42 años dedicado a la música le sucede de golpe.

Ramírez, conocido por muchos como “Marchena” por el apelativo familiar, está afincado en la localidad madrileña de Fuenlabrada. En Madrid se gana la vida como músico (incluida la capital, ya que hace toda la temporada de San Isidro en Las Ventas) y comercial de Samafrava para la zona. Forma parte de varias agrupaciones: tres bandas de música, dos bandas profesionales y cuatro charangas, “una de ellas profesional”. A una de las bandas en las que toca entró de forma casi excepcional. La conforman guardiaciviles y músicos militares. Ahí conoció al palentino Felipe Monge, autor de “A Rafael, el saxo cordobés”.

Monge ha desarrollado parte de su carrera en la Unidad de Música de la Guardia Civil. También es director de la Banda de San Jorge, de la que es miembro Rafael Ramírez. Pero además destaca como autor. Ha compuesto para intérpretes tan diversos como el cantante Francisco, Manolo Escobar o Tino Casal. Es autor del himno del centenario de la Virgen del Pilar, así como de decenas de marchas militares y pasodobles. Ahora ha dedicado esta composición al ruteño, que se estrenó el 21 de mayo en Las Ventas. Entiende que, aparte de la amistad, se reconoce la fidelidad a la música. Confiesa que si le avisan para tocar no se puede resistir, “sea gratis o cobrando”. Algo así ocurrió cuando lo llamaron desde la Banda de San Jorge. Su carácter abierto le facilitó congeniar con los miembros y quiere pensar que debe de haberles “caído simpático”. El caso es que están contentos con él, como él con ellos.

Con apenas unas semanas de diferencia, otro amigo músico, “y mejor persona”, Miguel Martín Fernández, le ha compuesto otro pasodoble, “Al saxo ruteño”. Martín es todo un especialista en el género. No en vano, entre otros galardones, en 2010 ganó el tercer concurso nacional de composición de pasodobles “Maestro Francisco García Muñoz”, en Soria. La peculiaridad de esta composición es que no sólo hace un guiño al músico ruteño en el título y la dedicatoria. También le permite “lucirse” con su instrumento. Incluye un solo de saxo para el propio Rafael, encargado de tocarlo en el estreno, programado para el 5 de junio en Las Ventas. Como es lógico, como si de dos hijos se tratara, no puede elegir entre un pasodoble u otro. Es más, al estar durante toda la temporada en Las Ventas, calcula que al cabo de un año, entre las corridas, los conciertos y alguna procesión, puede tocar unas dos mil piezas de este género. Y admite que le cuesta trabajo quedarse con una sola.

Lo curioso es que Felipe Monge y Miguel Martín no se conocen personalmente, aunque Ramírez ha adelantado que se van a conocer. Martín es pianista. Coincidió con Rafael en la escuela de música y compartieron banda. En este caso, el ruteño tocaba el bajo eléctrico. Ahora ha pensado que Martín se incorpore a la banda que dirige Monge, ya que el pianista que colaboraba con ellos falleció hace unos años. Cree que esa misma naturalidad con la que entabla amistad “con gente de media España del mundo de la música” explica su incursión en un terreno del que no se considera partícipe, el de compositor. Lo ha hecho de forma muy esporádica “y casi por obligación”. Hace tres décadas compuso la marcha “Esperanza cordobesa”. La cofradía de la Virgen de la Estrella, de Granada, la lleva en su repertorio. Por eso, para este año le encargaron la marcha “Estrella, Señora de Granada”. Asegura que la hizo tal y como ellos la querían.

Como creador, intérprete o aficionado, Rafael ha convertido en una forma de vida la música, una de sus pasiones. La otra es su Rute. Viene siempre que puede. Estuvo en las Fiestas de Mayo de la Virgen de la Cabeza, y ya cuenta los días para ir a la Magna Mariana de Córdoba, llevando de costalero, “como titular o como reserva”, a su Morenita.

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