Continúa ampliándose el abanico de fechas y eventos en los que resulta atractivo venir a Rute. Desde hace tiempo, todos los actores relacionados con la promoción turística del municipio vienen trabajando en la línea de acabar con la estacionalidad. Se pretende aumentar o complementar el referente que representa la campaña de Navidad. Una de las apuestas crecientes es la de la Semana Santa. Las cifras distan aún muchísimo de las que se registran en los últimos meses del año. Sin embargo, empiezan a notarse los pasos que se están dando. Ya se apreció una incidencia reseñable el año pasado y se ha confirmado en éste. En concreto, la Oficina Municipal de Turismo ha permanecido abierta este año en horario de mañana durante toda la semana, excepto el Viernes Santo. Ahora mismo, según apunta su responsable, la técnica María del Carmen Rodríguez, los recursos humanos no dan para abrirla a diario todos los fines de semana. Pero se está intentando que al menos esté disponible para los usuarios en las fechas más significativas.
El punto de información ha sido solicitado por numerosos viajeros y grupos de familiares y amigos. En su mayoría, visitaban Rute por primera vez. En esta toma de contacto con nuestro pueblo su demanda de información se centró en los museos gastronómicos, así como en otros puntos culturales como parroquias, ermitas y recorridos urbanos. Igualmente, preguntaron por nuestro entorno natural. Tampoco hay que olvidar el interés por los desfiles procesionales. En este sentido, se han repartido casi la totalidad de los libros editados por el área de Festejos del Ayuntamiento, presentados el pasado mes de enero junto al cartel. En cualquier caso, según apunta María del Carmen Rodríguez, la motivación para venir no es una procesión en concreto. Por lo general, preguntan por la oferta general del municipio para esta época, y ahí entra desde el entorno natural a las procesiones. Lo que está claro es que, siendo un atractivo potencial, la Semana Santa de Rute “aún no es demasiado conocida”.
La procedencia de las personas que han acudido a la oficina es andaluza en su mayoría. Curiosamente, han venido muchas personas de Sevilla. Rodríguez lo atribuye a que buscaban descongestionarse de las aglomeraciones que se generan en capitales como la hispalense o Málaga durante la Semana Santa. Otro grueso importante ha venido de la provincia de Córdoba. Con todo, ha habido visitas de diversos lugares de la geografía nacional. También ha sido reseñable el incremento de turismo foráneo, en especial alemán e inglés. En total, las visitas a la Oficina han aumentado en un 25%.
Los datos de hostelería se revelan también magníficos. En los días centrales, Jueves y Viernes Santo, los dos hoteles del casco urbano, El Mirador y María Luisa, contaron con una ocupación del 90% de su total de plazas. El resto de días su ocupación fue del 60%. Los alojamientos rurales, por su parte, contaron con el 100% de plazas ocupadas en esos dos días, y un 80% el resto. Mención especial merece el complejo rural “El Rincón de Carmen”, que ha colgado el cartel de “No hay billetes” durante toda la semana. También ha registrado una afluencia destacada el Camping La Isla, que va a permanecer abierto con todos sus servicios hasta finales de septiembre.
Asimismo, los múltiples bares y restaurantes de la localidad han notado la afluencia de público, sin duda auspiciados por una meteorología excepcional. Es cierto que la principal diferencia con el turismo de Navidad está en las pernoctaciones. Con la salvedad del visitante de la comarca, quien viene en estas fechas se queda mínimo una o dos noches. Otro aspecto diferenciador es que el de Navidad es un turismo muy centrado en el consumo. El objetivo principal de esos meses es comprar nuestros productos gastronómicos. Pero eso no significa que quien viene en estas fechas no deje dinero en el pueblo, empezando por el coste del alojamiento. Por un lado, la técnica municipal distingue entre quienes son de Rute o de origen ruteño y vuelven a casa o a ver a la familia, y por otro, los turistas “al uso”. Ambos perfiles, si el tiempo acompaña, como ha ocurrido ahora, salen y comen en los bares y restaurantes. A ello hay que sumar “las pernoctaciones de la población foránea”.
