Se cumplieron los pronósticos y Rute ha disfrutado de una Semana Santa intensa y con un tiempo espléndido

La procesión de Jesús Resucitado puso colofón a una semana emotiva que ha permitido ver todos los pasos en la calle
La procesión de Jesús Resucitado puso colofón a una semana emotiva que ha permitido ver todos los pasos en la calle

La Semana Santa de 2015 quedará en el recuerdo como una de las más brillantes de los últimos años. Desde el Viernes de Dolores y hasta el Domingo de Resurrección se ha disfrutado de un tiempo soleado y primaveral, casi veraniego. Ello ha permitido que todas las estaciones de penitencia puedan completar su recorrido sin incidencias. De hecho, en muchos casos han prolongado al máximo sus itinerarios. Tras un arranque prometedor en elDomingo de Ramos, el resto de procesiones pudieron comprobar cómo se cumplían los pronósticos meteorológicos. La medianoche del Martes Santo deparó uno de los recorridos más particulares, el del Cristo de la Misericordia, con el alumbrado público apagado y el peculiar sonido de los llamados “tambores sordos”. Dentro de ese tono generalizado de austeridad, para muchos, el momento más sobrecogedor se produce cuando la comitiva llega al llanete de San Pedro y se hace el silencio ante la ermita del mismo nombre.

Tras el Cristo de la Misericordia, el turno en la noche del Miércoles Santo fue para Jesús de la Rosa y Nuestra Señora del Mayor Dolor. La estación deparó instantes emotivos que, a fuerza de repetirse todos los años, no dejan de congregar cada vez más público. Ocurre en la bajada en paralelo, por la calle Juan Carlos I, o en el tramo final de la subida por el Cerro con los varales de ambos tronos rozándose. Después vendría la entrada en la plaza de Nuestra Señora de la Cabeza, cada imagen por un lateral, para ponerse frente a frente a las puertas de San Francisco de Asís, justo antes de la bendición final de Jesús de la Rosa. Para el Jueves Santo, Pedro Antonio Aguilera, presidente de la hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y la Soledad de Nuestra Señora, había anunciado novedades. Y había apuntado que se podrían ver en el mismo llanete de San Pedro. Así fue. El Abuelito mostraba una imagen inusual con la corona de espinas sobre su cabeza. De este recorrido volvieron a sobresalir el cruce de las dos imágenes a la altura de la calle Cabra, la subida del Abuelito a la carrera al final del Cerro, o los dos momentos en que ambos tronos se sitúan frente a frente. El primero es ante las puertas de San Francisco de Asís, y el segundo, poco antes del final, de nuevo en San Pedro.

La mañana del Viernes Santo arranca con un tono intimista, con la imagen del Nazareno parada frente al Ayuntamiento. Allí permanece una hora hasta que comienza su recorrido y la gente se va acercando. Llegan a ser multitud cuando al subir el Cerro la Banda Municipal toca “La Madrugá”. Un año más, esta cofradía, al igual que la del Abuelito, han apostado por las dos formaciones musicales de Rute, la banda y la Agrupación Santo Ángel Custodio. La Banda Municipal había tocado en nuestro pueblo antes el Miércoles Santo, mientras que la agrupación lo había hecho el Domingo de Ramos, con la Borriquita. Además del tramo final del Cerro, en esta mañana volvieron a destacar la subida al cementerio y la parte de la calle Granada en que van en paralelo el Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores. Asimismo, cabe destacar de estas dos estaciones del Jueves y el Viernes Santo por la mañana que mantienen una tradición tan arraigada a la Semana Mayor como son las saetas. En este sentido, dos habituales de la Noche Flamenca de Zambra, los cantaores Julián Estrada y Miguel de Tena, también empiezan a ser ya unos fijos en la procesión del Abuelito.

Nuestra Señora de los Dolores vuelve a salir el viernes por la tarde-noche, con el Santo Entierro. Es la única procesión que cuenta de manera oficial con el acompañamiento de los representantes públicos, además de miembros de otras hermandades de Rute. Entre medias de las dos estaciones de esta cofradía, este año ha llegado una novedad. A las cinco de la tarde, salía por primera vez el Vía Crucis del Cristo de la Vera Cruz. Ya a la medianoche, como sucediera el Martes Santo, volvió a hacerse el silencio con la procesión de la Virgen de la Soledad.

Hasta hace apenas un lustro, ahí terminaba la Semana Santa de Rute. Ahora no. Ahora el colofón se pone con la imagen de Jesús Resucitado. Su puesta en escena ha sido una de las más aplaudidas en los últimos años. El grupo humano que ahora lidera Antonio Roldán ha trabajado duro para ver este sueño hecho realidad y cumplir sus propios plazos. Todo apunta a que ésta ha sido la última vez en que el Cristo ha salido solo en procesión. El proyecto inicial contemplaba que para 2016 se incorporen los dos romanos que custodiaban la tumba y el ángel que anuncia la Resurrección. De momento, en esta edición su salida vino acompañada del buen tiempo que ha permitido una semana de Pasión satisfactoria para todas las personas y hermandades implicadas.

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