La Semana Santa tiene su propia banda sonora con las marchas procesionales. Cada año, llegadas estas fechas, la Banda Municipal anuncia con su concierto que esta semana de Pasión tan arraigada en la cultura popular está a la vuelta de la esquina. Es la puesta de largo de lo que viene ensayando desde meses antes. Carlos Aguilera, subdirector de la banda, asegura que, pasadas las fiestas navideñas, ya se empieza a preparar el nuevo repertorio. Alguno de esos estrenos, como “Madrugá Macarena”, de Pablo Ojeda, se pudo escuchar en el concierto ofrecido en Santa Catalina en la mañana del 15 de marzo. Son piezas, según explica Aguilera, que apenas tienen cuatro o cinco años, pero que suenan en toda la región en Semana Santa. Alternan con los clásicos del género, como “Virgen del Valle”, de Vicente Gómez Zarzuela, por no hablar de lo que denomina “un poema sinfónico”, en alusión a “Margot” de Joaquín Turina. Y entre unas y otras están lo que se podría llamar “clásicos modernos”, como “Concha”, del granadino Víctor Manuel Ferrer. El subdirector no pierde de vista que hay una efervescencia de compositores y nuevas ideas. El objetivo es compaginarlas con lo más clásico.
Esa efervescencia creativa no es un fenómeno ajeno a Rute. Cada vez son más los intérpretes locales que dan el salto a la composición. Se ha podido comprobar por partida doble en las últimas fechas. A mediados de febrero, estrenaba marcha Rafael Ramírez, músico ruteño afincado en Fuenlabrada. Su composición “Estrella, Señora de Granada” fue interpretada en la ciudad de la Alhambra por la Sociedad Filarmónica Reino de Granada. Ahora, en el concierto de Santa Catalina, se presentaba la nueva pieza de Juan José Caballero. Lo que la distingue de otras es que no está dedicada a una imagen de Pasión, sino de Gloria. Se titula “En tu divina Gracia” y la protagonista es justo Nuestra Señora de Gracia, de Zambra. De ahí que se hubiera tocado la noche anterior en la aldea ruteña en un concierto con idéntico repertorio.
Pese a todo, Caballero cree que es una marcha que perfectamente se puede acompañar a una procesión de Semana Santa. No sucede lo mismo otra composición suya, “Esperanza Barribalteña”, dedicada el año pasado a la Morenita. Su autor no la ve fuera de las Fiestas de Mayo. Confiesa que componer una marcha es “una responsabilidad”, más aún en un caso como éste, su primera pieza de encargo. En cuanto al estilo, huye de encasillarse. Le gustan las marchas clásicas y aquellas contemporáneas, siempre que no lleguen a romper el objetivo principal de este género: acompañar a un paso. Lo que sí considera que influye mucho es “el estado de ánimo” a la hora de componer.
