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El temático del segundo sábado ha parodiado el “procés” catalán de independencia, y al igual que el del Domingo de Piñata, ha contado con la nueva batucada ruteña
Rute ha despedido un año más por todo lo alto su Carnaval, con los dos pasacalles del segundo fin de semana. El color amarillo inundó las calles en el temático del segundo sábado, que esta vez estuvo dedicado al proceso independentista bajo el lema “Este año nos independizamos”. A partir de aquí, los vecinos y vecinas interpretaron libremente la idea. Así, durante el pasacalles se pudieron ver desde policías nacionales hasta diversos “Puigdemonts”, pasando por “castells”, toreros, urnas o sevillanas. En todo momento se contó con el acompañamiento de las batucadas y charangas
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Dentro de la variada gama de personajes que se dieron cita destacó la figura de “Pedromont”, representante del partido político que exigía la independencia del “Barribalto”. Esta peculiar formación basaba su futuro éxito electoral en las distintas actuaciones que se han hecho en las calles de la parte alta del pueblo, como la remodelación de la Plaza de Nuestra Señora de la Cabeza, cuyas obras ya están en marcha y pronto “tendrán jardines” según el líder político.
En el otro extremo se encontraban Sus Majestades los Reyes de España, don Felipe y doña Letizia. Se acercaron al pueblo para tomarse las medidas para sus figuras de chocolate en el museo de Galleros y, de paso, frenar la deriva secesionista aplicando el artículo 156, porque el 155 “tiene muy mala rima”. Al final, la música y el Carnaval unieron lo que no es capaz de unir la política: españolistas e independentistas cantaron y bailaron juntos en el concierto de Trigo Sucio, No me pises que llevo chanclas y la música de DJ que terminó de amenizar la noche.
Con los ecos de la independencia, el Domingo de Piñata trajo el pasacalles municipal como fin de fiesta. Con una puntualidad tan británica como el té de las cinco, salió a esa hora tan taurina del Paseo Francisco Salto. Allí estuvo un año más la asociación Cuenta Conmigo, con su merienda benéfica. Como el sábado, una de las dos batucadas de la comitiva era Arte Samba, surgida tras el taller de batucada organizado en Rute. De abrir el pasacalles se encargó la batucada “Samborejo”. Por medio, también participaron las charangas locales “Los Piononos” y “El Aguardiente”.
Batucadas y charangas pusieron la banda sonora. Los disfraces, color e imaginación, tanta que a veces no se sabía si era el Carnaval o el año nuevo chino, celebrado sólo dos días antes. Y es que, entre otras cosas, esta festividad es un viaje cosmopolita sin salir de casa. De África a México, cualquier país o continente se puede visitar a través de un disfraz. Apenas 24 horas antes, el noticiero anual en clave de humor que es el Carnaval había parodiado la independencia catalana. El Domingo de Piñata puso de relieve que se puede ser a la vez local y universal con unos trapos y una peluca. También confirmó que en Rute hay mucha dependencia de esta tradición tan arraigada. Bendita adicción.
Volvió la murga decana
Llevan cuatro años sin salir. Pero cada vez que la murga decana de Rute da señales de vida, un cosquilleo recorre la memoria del aficionado. Para unos es la murga de Benítez; para otros, la de Javi Reina; para todos, más de tres décadas de fidelidad a una de nuestras fiestas más señeras. Esta vez tampoco han estado en el certamen, porque sólo han podido completar cuatro ensayos. Han bastado para verlos en el Domingo de Piñata, haciendo el Carnaval de calle que siempre han reivindicado. De “sufridos” camareros del “Restaurante La Dolorosa”, demostraron que han perdido el contacto con las tablas pero no el oficio ni el arte para hacer buenas letras. Con temas tan de actualidad como la política y la independencia catalana, las pensiones, la fecha de la Cabalgata de Reyes o la polémica del pasacalles del segundo sábado, dejaron al respetable su presentación, una buena tanda de cuplés y un deseo común: que vuelvan pronto.
