Los empleados de Antonio Matas se manifiestan contra los despidos y por los incumplimientos de acuerdos de esta empresa de Rute

Los afectados reivindican que se cumplan los acuerdos  firmados en su día por la propia empresa

Los afectados reivindican que se cumplan los acuerdos firmados en su día por la propia empresa

Un grupo de trabajadores se ha manifestado ante las puertas de las oficinas del Grupo de Empresas Antonio Matas Hormigones y Áridos”. Matilde Pérez Tapia comenzó a trabajar en esta firma con sede en Rute hace 21 años, fue una de las primeras empleadas. Ahora ha sido una de las despedidas. En total asegura que hay más de ochenta demandas presentadas en los juzgados. Pérez dice que los trabajadores son conscientes de la crisis y de los ajustes que hay que hacer. Sin embargo, asegura que el actual dueño está “utilizando la crisis para hacer lo que quiere”. Según afirma, son muchos los trabajadores a los que se les debe cuatro o seis meses. Además, cuando se les despide, los administradores de la entidad llegan a acuerdos que luego también incumplen.

Según Matilde Pérez esto ocurre porque ahora la empresa la gestionan los hijos del difunto Antonio Matas. Asegura que si el promotor original viviese “estaría gestionando la situación de otra forma”. Según esta exempleada, “el padre no hubiera permitido desmantelar la empresa, que es lo que está pasando”. Asimismo, Pérez se queja del trato recibido. En su caso afirma que incluso, con informes médicos y psicológicos de por medio, tampoco la han creído. A muchos trabajadores se les debe varios meses de nómina y a los que se ha despedido se les debe dinero por los años trabajados, a razón de 30 días por año, según los acuerdos firmados con la empresa.

Las cuantías que se adeudan a los empleados de oficinas, transportistas, camioneros o peones de obras van desde 21.000 a 48.000 euros. José Antonio Guerrero es otro de los damnificados de esta empresa. En su caso, es un trabajador por cuenta ajena, al que la empresa debe 21.000 euros. Guerrero dice que ha intentado cobrar de forma amistosa y que no ha sido posible. Por eso, desde marzo del año pasado ha dejado de servirles. También asegura que esto no hubiera ocurrido si Antonio Matas Rodríguez viviese.

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