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El grupo infantil de mochileros de esta aldea de Rute está conformado por unos treinta niños y niñas que dan continuidad a esta tradición ancestral
Actuación del grupo infantil de los Aguilanderos en la Escuela Hogar
La Escuela Hogar de Rute ha sido el lugar elegido para abrir las actuaciones de los Aguilanderos de Zambra. En concreto, quienes han cantado estos particulares villancicos han sido los integrantes de su grupo infantil. Durante todo el mes de diciembre y hasta la festividad de Reyes llevarán a varias localidades de la provincia esta tradición ancestral que aún se mantiene viva en rincones como algunas aldeas de Rute. El encargado de coordinar la iniciativa ha sido José Antonio Pino, miembro de la plantilla de la Escuela Hogar y natural precisamente de Llanos de Don Juan. Según recordó, de pequeño creció escuchando estos cantos que en Los Llanos casi se han perdido. Por eso, aplaude que se mantengan en otras aldeas como Zambra, El Nacimiento, Las Piedras o Palomares. Puesto que en la Escuela Hogar hay un programa de actividades complementarias que se intensifica en estas fechas, se pensó en esta actuación, “que encaja con la filosofía del centro”.
- El concierto tuvo un carácter didáctico, con explicaciones sobre los villancicos y los instrumentos que se utilizan
El grupo infantil aúna a menores que van desde apenas dos o tres años hasta los que tienen once o doce. El responsable de que exista esta “cantera musical” es Juan Ramírez. Hace unos años, un grupo de padres y madres que ya estaban en los Aguilanderos de Zambra, le propusieron que enseñara a sus hijos. De esta forma, los pequeños repiten esos villancicos que en algunos casos se pierden en la noche de los tiempos. Tan sólo procura seleccionar aquellas letras con un tono más divertido o las menos largas, para facilitar la memorización. Así, los niños cantan y tocan unos instrumentos muy particulares, domésticos, hechos en casa con recursos al alcance de la mano. Y además, se han acostumbrado a hacerlo frente a un auditorio.
En este sentido, Pino apuntó que había sido un concierto “didáctico”. Los menores de la Escuela Hogar no sólo escucharon estos cantos tan típicos sino que también aprendieron sobre instrumentos que hasta ahora les resultaban desconocidos. Con ello se intenta “trabajar otros perfiles” que complementen al estudio “y que la Escuela Hogar sea eso, un hogar propiamente dicho para estos niños”. Aunque no quiso desvelar mucho para que sea una sorpresa para los residentes de la Escuela, esos contenidos transversales van a girar en estas semanas en torno a la Navidad.
