En las imágenes podemos ver a sor Rosa María Palomino en una de las aulas y el trabajo realizado con motivo de la Semana Santa
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La Fundación Juan de Dios Giménez se creó hace ya más de un siglo. Sin embargo, fue en la década de los años sesenta, en 1964, cuando un ruteño Mariano Jiménez cedió un edificio al Ministerio de Educación con objeto de que se crease una Escuela Hogar. El nivel de absentismo escolar en esa época era muy elevado. Muchos niños y niñas de Rute vivían en cortijadas y sus padres no podían llevarlos al colegio. Otros muchos tampoco acudían regularmente a clase porque se iban con sus padres al campo. De ahí que el objetivo fundamental de dicha escuela fuese atender a todos esos niños y niñas.
Varias décadas avalan ya el trabajo que desde entonces se ha venido desarrollando. La dirección del centro siempre ha corrido a cargo de las Hermanas Mercedarias. Ahora, la directora es Sor Rosa María Palomino. Junto a ella, completan el grupo de trabajo otras cinco religiosas, seis docentes, dos cuidadores y el personal de cocina y mantenimiento.
En total, son once las personas que velan por el cuidado y la educación de estos niños. El trabajo que realizan va desde enseñarle hábitos higiénicos o de tipo alimenticio, hasta apoyarles durante su estudio u organizarles su ocio y tiempo libre. Carmen Cobos es la docente más veterana. Su labor, al igual que el resto de sus compañeros, implica acompañarlos en muchos momentos del día. No sólo se limita a tareas docentes sino que además contribuye en su formación y educación personal. La crisis también se ha notado en la escuela. No obstante, Sor Rosa María asegura que no ha afectado a su funcionamiento de forma significativa. Fundamentalmente, la escasez de recursos económicos lo que ha provocado es que se eliminen algunas excursiones o viajes culturales. En la actualidad, un centenar de niños con edades que comprenden desde la educación Primaria a la Secundaria residen en esta Escuela Hogar. Se encuentran en un régimen de internado, que se lleva a cabo de lunes a viernes.
Las plazas son gratuitas y están completamente subvencionadas por la Consejería de Educación y Ciencia de la Junta de Andalucía. La Escuela Hogar tiene abierto hasta el día 31 de este mes el plazo de solicitud de beca de cara al próximo curso escolar. Dichas becas están dirigidas a trabajadores temporeros, inmigrantes, personas que tengan dificultad por razones de trabajo para que sus hijos puedan asistir regularmente al colegio, o cualquier otro motivo que dificulte la atención a éstos. En la actualidad, la escuela acoge a chicos y chicas de otras localidades vecinas como Lucena, Encinas Reales, Cuevas de San Marcos, Palenciana o Benamejí. Pero el mayor porcentaje, en torno al 60%, son de Rute. Otro aspecto significativo es que muchos de estos niños son hijos de familias inmigrantes. De ahí que otra de las características de la escuela sea que conviven niños de diferentes nacionalidades, procedentes de Marruecos, Ecuador, Perú o Rumanía.
Para todos estos niños la escuela se ha convertido en su hogar. Allí comen, duermen o estudian. Pero además disfrutan de diferentes zonas de ocio y esparcimiento, como el patio, el gimnasio, o salones para ver la televisión o usar los ordenadores. No sólo se trata de que estén bien atendidos, comidos o cuidados. El componente afectivo también está muy presente. De hecho, muchos crecen y permanecen en la escuela durante varios años. Algunos llegan con 4 o 5 y se marchan cuando tienen 16 o 17. De ahí que la directora admita que, aunque no se pretende suplir el afecto de un padre o una madre, son conscientes de que el componente afectivo es vital para el desarrollo personal y emocional de todos estos chicos. El ambiente que se respira en la escuela es de convivencia y fraternidad. Los de más edad colaboran con los más pequeños. Algunos incluso hacen de monitores de baile para el resto de sus compañeros. De cara a la Semana Santa han preparado en miniatura el paso procesional del Cristo de los Faroles.
