-
El lucentino Antonio Montero repitió triunfo en la prueba reina, con una solvencia casi aplastante
-
En chicas se impuso María Belmonte, mientras que José Ariza y Débora Barrios fueron los mejores locales
Nada nuevo bajo el sol. No hubo sorpresas en la victoria de la VII Carrera Popular “Rute en Navidad”. Tampoco las hubo en el triunfo local. Pero lo más positivo de que nada haya cambiado ha sido que se han repetido las cifras de participación de las últimas ediciones. Continúa, pues, la consolidación de la prueba, que no se ha resentido ni siquiera por el cambio en la fecha de su celebración. Pese a los temores del Club Atletismo Rute, coorganizador de la carrera junto al Ayuntamiento, se han vuelto a superar las previsiones más optimistas. Se temía que la concurrencia fuera menor porque a tan sólo unos días del cierre del plazo las inscripciones estaban muy lejos de igualar las del año pasado, pero, como si de la propia carrera se tratase, en un sprint final la gente se fue inscribiendo en masa hasta alcanzar de nuevo las seiscientas fichas. De ellas, la mitad correspondían a la prueba reina.
Noticias relacionadas
A su vez, el presidente del club, José Ariza, destacaba la participación en esta prueba reina de unos cincuenta corredores locales. La cifra no es desdeñable, más aún si se tiene en cuenta que muchos integrantes del club renunciaron a correr para centrarse en las tareas de la organización. Es, de hecho, una de las señas de identidad de la carrera, ese espíritu solidario, para alternar cada año y darse el relevo quienes corren y los que se quedan fuera para el apartado logístico. De la mano de ese aumento de corredores locales ha venido la presencia de más chicas. Casos como los de Débora Barrios, Carmen María Senciales, Mercedes Piedra o Amalia Pulido, por mencionar a las más destacadas en la clasificación, son buenos ejemplos de esa etapa dorada que vive el mundo de las carreras, también en Rute y también entre las mujeres.
En lo meramente deportivo, apenas hubo novedades. Se impuso de nuevo el joven corredor lucentino Antonio Montero, como viene haciendo en los últimos tres años en Rute y en el resto de pruebas de fondo de la provincia. Si acaso, hay que destacar que esta vez lo hizo con una solvencia casi aplastante, sin apenas esfuerzo y sacando una ventaja considerable al segundo. Tampoco hubo novedades a nivel local, ya que el propio Ariza volvió a ser el ruteño mejor clasificado. Ni siquiera se puede hablar de sorpresas entre las mujeres, ya que, aunque había otras aspirantes, María Belmonte ratificó su condición de máxima favorita.
Al margen del palmarés, donde hubo categorías por edades y puestos para que muchos participantes pudieran alzar un trofeo o colgarse una medalla, la jornada fue una fiesta del atletismo. No faltó, por supuesto, el respetuoso minuto de silencio antes del pistoletazo de salida por las víctimas de los atentados de París. Pero frente a la violencia y el sinsentido terrorista, volvió a reivindicarse el valor unitario del deporte. Desde primera hora de la mañana y hasta la sobremesa el Paseo Francisco Salto fue un hervidero de gente. Los miembros del Club Atletismo Rute se afanaron por tenerlo todo a punto, desde la entrega de dorsales hasta la presencia en los cruces para que ningún corredor se despistara. Y aunque siempre hay detalles que pulir, la impresión en líneas generales fue buena. En el balance global, fueron más las felicitaciones de los clubes participantes de fuera.
A nivel municipal, desde el Ayuntamiento se puso a disposición de la carrera a la Policía Local para la regulación del tráfico y al personal de Protección Civil. Por su parte, los voluntarios de la Junta Local de la Asociación Española Contra el Cáncer estuvieron desde bien temprano preparando los bocadillos que se entregan tras el paso por la línea de meta. Aunque se dieran por separado, formaban parte de la bolsa del corredor, motivo de otras muchas felicitaciones por parte de los inscritos. Entre los logros de que puede presumir la carrera de Rute está esa bolsa con productos de la tierra, catalogada por muchos como una de las mejores en pruebas de este tipo.
En definitiva, a pesar del esfuerzo que supone una prueba tan exigente, con cuestas como la de la calle Lucena, que todos los corredores califican de durísima, Rute volvió a vivir una fiesta del deporte y el turismo. Aunque se haya adelantado respecto a otros años, la campaña navideña está en sus semanas clave, y muchas familias venidas de fuera aprovecharon la carrera para visitar el pueblo. José Ariza tiene claro que el éxito de esta cita se debe en buena parte a esa fusión entre lo deportivo y lo turístico. Con la misma filosofía, la concejala de Deportes, Mónica Caracuel, coincide en escaparate que representa este día para el municipio. Por eso, asegura que el Ayuntamiento seguirá colaborando y haciéndose responsable de la organización.
