La cantante Lorena Álvarez se suma a la lista de arrieros de honor de Adebo con un concierto para los burros en la Sierra de Rute

Lorena Álvarez (en el centro) tocó para los burros acompañada por Víctor Herrero, Pascual Rovira y Josephne Foster

Lorena Álvarez (en el centro) tocó para los burros acompañada por Víctor Herrero, Pascual Rovira y Josephne Foster

Desde hace unos años, el potencial turístico de Rute se sustenta en tres pilares. Por una parte está el sector agroalimentario, revitalizado por los promotores de los museos gastronómicos. Los dulces de navidad y el anís se han convertido por derecho propio en señas de identidad ruteñas, y todo apunta en que, con la campaña recién iniciada, va a volver a ocurrir este año. El otro referente es un entorno natural inigualable. Ahí la apuesta ha correspondido a quienes gestionan alojamientos rurales o aquellos emprendedores que promueven actividades en la naturaleza. La tercera pata del banco, y no menos importante que las dos anteriores, es la capacidad de convocatoria que ha sabido desarrollar en las dos últimas décadas la asociación Adebo. Gracias a la encomiable labor conservacionista con los burros y al carisma de su presidente y alma máter, Pascual Rovira, se ha despertado el interés de muchísimos visitantes y un número no menos interesante de personajes de relieve. Gente del mundo de la literatura, la música, el periodismo o la política han prestigiado al colectivo, con su apadrinamiento (o amadrinamiento) de un burrito de la reserva situada en la Sierra de Rute.

La última en sumarse a esa lista de “arrieros de honor” ha sido la cantante asturiana Lorena Álvarez. Recurriendo al tópico, como muestra, un botón: asegura que ya conocía de la existencia de Adebo “porque Pascual es muy famoso en todo el mundo”. Aparte del componente ecologista, valora a cualquiera que haga un trabajo “por ser su pasión y para ayudar a los demás”. Por su parte, Pascual Rovira devolvió el cumplido afirmando que los burros tienen “mucha suerte” de disfrutar escuchando a estrellas de la canción, “y Lorena ha nacido para estrella, conocerla es quererla”. Junto a otros dos músicos ya conocidos de Adebo, Víctor Herrero y Josephine Foster, ha pasado en Rute el último fin de semana. Después de un concierto de tono intimista en La Cuadra, y de grabar varias tomas aprovechando la acústica de la sede de Adebo, en la mañana del lunes, 21 de octubre, llegó el turno de bautizar una burrita en la reserva.

Le ha puesto por nombre “Palmera”, por el doble sentido de la palabra. Por un lado, hace alusión al árbol pero también a las encargadas de dar ritmo en la música, sobre todo en el flamenco. “Palmera” es hija de “Califa”, el burrito apadrinado por Antonio Gala, y de “Sueño”, la burrita que nació el mismo día que visitaron Rute los familiares de Miguel Hernández, en el homenaje tributado al poeta de Orihuela. Lorena ofreció una pequeña actuación en la reserva de Adebo. En ella, no podía faltar su tema “Burro”. Para la cantante, teniendo en cuenta su procedencia rural, y el estilo que compone, cantar en la Sierra de Rute fue como encontrarse en casa, “porque, afortunadamente, la naturaleza es igual en todas partes”.

Natural de San Antolín de Ibias, un pueblecito asturiano de apenas doscientos habitantes, Lorena ha revolucionado en el último año el panorama musical alternativo. Su música, siempre composiciones propias, parte del folk, de un abanico de influencias que va desde las raíces celtas de su tierra al canto “a pelo” de las amas de casa en la cocina. Junto a “su banda municipal”, mezcla esta amalgama sonora con letras que hablan de temas cotidianos de nuestro tiempo. Unido a un vitalismo que resulta contagioso, su disco de debut, “Anónimo”, ha sido recibido por muchos como “un soplo de aire fresco”. Todo ello le ha valido la simpatía del público que busca nuevos sonidos, además del reconocimiento de canales especializados, como la emisora Radio 3 o las revistas Mondo Sonoro y Rockdeluxe.

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