La alegría por las vacaciones y la emotividad por quienes terminan ciclo protagonizan las fiestas de fin de curso en los colegios de Rute

Las fiestas han tenido alicientes como la  animación de los payasos en Fuente del Moral o el 25 aniversario de Los Pinos

Las fiestas han tenido alicientes como la animación de los payasos en Fuente del Moral o el 25 aniversario de Los Pinos

Despedidas, bailes, graduaciones, son actos que se suceden en los distintos colegios de Infantil y Primaria de nuestro pueblo cuando llega el final del curso. Cada uno organiza su particular fiesta. Es una jornada de convivencia entre toda la comunidad educativa (profesores, padres y alumnos), que se prepara con esmero durante los últimos meses del curso. Este año el día elegido para celebrar la fiesta final fue el pasado viernes, 20 de junio. En Fuente del Moral se optó por la contratación del grupo Carpa Teatro Animación. Los miembros de este grupo fueron los encargados dinamizar la fiesta con diferentes actuaciones, en las que se hacía participar al alumnado. También los padres se sumaron y no dudaron en subir al escenario.

El secretario del colegio Fuente del Moral, José Antonio Tejero, comenta que se ha apostado por dar “un giro a la fiesta, para que fuese distinta”. En principio, están “satisfechos con el resultado”. No obstante, los responsables de cada ciclo aún no se han sentado para hacer una valoración pormenorizada. De hecho, José Antonio Tejero admite que estaban preocupados de cómo pudiera salir. Ha sido algo distinto, pues otros años se elegía una temática concreta y todos los cursos preparaban un baile en función de esa temática.

Como de costumbre, en el colegio Ruperto Fernández Tenllado primero se procedió a la fiesta de despedida y graduación de los alumnos de 6º de Primaria. Se trata de un acto más íntimo y personal, pensado para dar protagonismo a los alumnos y alumnas que acaban su etapa de Primaria y que el año próximo no estarán en el centro. A continuación tuvo lugar la fiesta final. Por el patio del colegio fueron desfilando todos los alumnos y alumnas del centro. Cada curso había preparado junto a su maestro o tutor un baile para la ocasión. El director del centro, Andrés Serrano, ya ha adelantado que para el año que viene se mantendrá la plantilla. Tan sólo se prevé un cambio, el del especialista de Música y Matemáticas, Genaro Llamas, de nuevo se va y otro maestro vendrá a sustituirlo. En ambas fiestas, las respectivas AMPA se han encargado de poner una barra. Además, la asociación de padres de Ruperto Fernández también contrató colchonetas y alguna que otra atracción para el final de fiesta.

En el colegio de Los Pinos, la fiesta de fin de curso dejó varias notas. En cuanto a las actuaciones de los escolares, se sucedieron los números y coreografías musicales habituales. Y puesto que se cede buena parte del protagonismo de este día a los alumnos de sexto, fue este curso el que puso la guinda. Lo hicieron con una coreografía preparada por el profesor de Música, Miguel Villaseñor. Incluía la interpretación de una canción, y el acompañamiento de toda la clase, marcando el ritmo con percusiones hechas a base de palmadas y golpes con vasos de papel sobre las banquetas. De esta forma, se cerró la parte más lúdica de esta jornada. A continuación vendría la más emotiva, porque supone la despedida de los escolares de sexto. Como dijo una niña, atrás dejan sus mejores años y lo que ha sido todo este tiempo su “segundo hogar”.

Después, llegó la hora de las valoraciones, porque en muchos aspectos éste no ha sido un curso más. Por un lado, el AMPA del colegio ha estrenado directiva. Su labor de continuidad no se ciñe sólo al hecho de que colaboren con el centro o preparen esta fiesta de fin de curso, con la correspondiente barra de bocadillos y refrescos. La continuidad también está en el grupo humano. Aunque al frente está Dolores Moreno, muchas de sus compañeras de viaje ya estaban en directivas anteriores. Tan sólo han rotado cargos, así que echan en falta madres y sobre todo padres que se sumen para dar un relevo. Al margen de esa cuestión, la presidenta se ha mostrado satisfecha con el desarrollo del curso. Pese a que la economía no permite “estirarse” mucho, se han seguido haciendo actividades. Entre ellas, una seña de identidad de este colegio es la revista informativa que edita el AMPA.

Tampoco ha sido un curso más para el propio centro. En la celebración estuvo muy presente el hecho de que se ha cumplido el 25 aniversario del colegio Los Pinos como tal, es decir, desde que se separó como unidad de Ruperto Fernández Tenllado. Por eso, se ha elaborado un pin conmemorativo, con sus correspondientes logos, y la jornada terminó con los escolares de sexto soplando de forma simbólica las velas de este aniversario. La otra razón de que este curso quede ya grabado para siempre es que ha supuesto la ampliación de las instalaciones con las nuevas aulas de Infantil y la adquisición de una biblioteca. El director tiene claro que “nunca” se pueden dar unos servicios por completos, ya que siempre se puede mejorar. Pero sí es consciente de que cuentan con un espacio “adecuado para desarrollar la educación integral de estos niños”.

Al margen de las fiestas, una vez concluido el curso escolar, durante el periodo estival los colegios aprovechan para las obras de mejora y mantenimiento de los colegios. En concreto, en Fuente del Moral, José Antonio Tejero informa de que han solicitado al Ayuntamiento la mejora del edificio que alberga las clases de 3 y 4 años. De hecho, en estos días se recaba información sobre las posibles mejoras de cara al próximo curso. En Ruperto Fernández Tenllado, Andrés Serrano ha mostrado su preocupación por el uso de la pista del colegio. Pese a permanecer abierta, siempre se producen gamberradas y roturas del vallado. Ya de cara al verano, en opinión del director, los chicos y chicas, fundamentalmente deben disfrutar, descansar y recargar las pilas para llegar con ganas al próximo curso escolar.

También en Los Pinos la valoración académica es más que positiva. Las llamadas “pruebas escala” han salido bastante bien, y todos los alumnos de sexto (los que terminan etapa) han aprobado. A nivel administrativo, son días de flecos para tenerlo todo a punto en organización y personal cuando llegue septiembre. Para los alumnos, Pedro Pérez tiene claro que lo primordial es que disfruten sus vacaciones, pero ello no ha de estar reñido con leer o descuidar “las cuentas”.

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