La Agrupación Musical Santo Ángel Custodio busca cantera en los colegios de Rute

  • Están llevando a cabo una campaña de captación entre los escolares de todos los centros de Primaria

  • Se les ofrece una pequeña charla didáctica y práctica sobre los instrumentos de la agrupación

En sesiones como las de Fuente del Moral se les ha explicado las características de cada instrumento

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Por segundo año, a las puertas del final del curso académico y el comienzo de las vacaciones, la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio se ha dirigido a los centros educativos de Rute. Buscan entre los menores gente interesada en pertenecer en un futuro a la formación. Según apunta su director, Mariano Reyes, la idea es que tenga continuidad la amplia tradición musical que hay en el municipio. La agrupación mantiene desde el principio un núcleo fijo de componentes, aunque otros han dejarla cuando se van de Rute a estudiar fuera. Han llegado a superar los ochenta integrantes en los mejores momentos en cuanto a cantidad. En calidad, el director piensa que la mejor etapa es la actual, “con menos gente pero mucho más preparada”.

  • A partir de seis o siete años, cualquier menor puede empezar a aprender, sin necesidad de que tenga conocimientos previos de lenguaje musical

Son sesiones cortas de carácter didáctico. Durante poco más de un cuarto de hora se les explica los instrumentos que hay en la agrupación. La charla incluye ejemplos prácticos de cómo se tocan, con piezas muy conocidas para los menores. Se trata de “pasarlo bien y escuchar música”. Por eso, divididos en grupos, se atiende a los diversos cursos de Primaria “y en algunos colegios han venido los de Infantil”. Además, se les ha pasado unas octavillas emplazándolos a acercarse el 9 de junio a las nueve de la noche al local de ensayo. Está ubicado en la calle Loja, en dirección a Samafrava. Allí puede acudir ese día cualquiera que desee ver la dinámica de ensayos de la banda.

Reyes considera que la edad idónea para empezar es “desde seis o siete años”. No sólo es el momento adecuado para aprender lenguaje musical. También ya tiene la fuerza necesaria “para coger los instrumentos y soplar”. Esto significa que cualquiera se puede incorporar sin conocimientos previos. A partir de ahí, para salir a la calle, algunos niños lo han hecho “con nueve o diez años”. Son los tocan instrumentos de viento-metal. Para los de percusión, al menos deben tener once, “porque antes es casi imposible sostener un tambor o unos platillos”. Otro objetivo es que los menores sepan que hay más instrumentos aparte de “la corneta, la trompeta o el tambor”. Se les enseña el trombón, la tuba o el bombardino, “a priori menos apetecibles pero igual de importantes”.

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