Fray Juan Dobado asegura que en Rute se dan “méritos de sobra” para la coronación canónica de la Virgen del Carmen

  • Su ponencia sobre la devoción de esta advocación ha sido la primera del “Ciclo de conferencias de temática carmelitana”

El prior instó a los feligreses a disfrutar de cada uno de los momentos que se han de vivir antes de la coronación del 28 de julio

Ponencia de Fray Juan Dobado sobre la devoción carmelitana

Continúan los actos en torno a la coronación canónica de la Virgen del Carmen. El viernes 17 de noviembre comenzó el “Ciclo de conferencias de temática carmelitana”. Comprende tres ponencias: ésta, otra en diciembre y una tercera en enero de 2018. Para la inaugural se contó con Fray Juan Dobado Fernández, prior del Convento Carmelita del Santo Ángel de Sevilla. Su ponencia versó sobre “La universalidad de la advocación carmelitana”. Lo presentó el párroco Juan Carrasco, que agradeció sus aportaciones al proceso de coronación. A continuación, Jesús Manuel Redondo, de la comisión pro-coronación canónica, esbozó su biografía. Recordó que fue pregonero en 2012. Y ya entonces anunció la futura coronación canónica de la Virgen.

Fray Juan Dobado analizó la advocación desde su origen histórico, las cofradías o las tradiciones, todo adornado con muchas diapositivas. Se remontó a principios del siglo XIII, en el Monte Carmelo, donde un grupo de cruzados “cambia las armas físicas por las espirituales”. Más tarde, se retirarían hasta la vuelta definitiva en 1631, con los carmelitas descalzos. La orden se expande desde el siglo XIII, con la Reforma, y en especial en el siglo XVI, con Santa Teresa. De la Península “salta” a Hispanoamérica.

El ponente destacó tres pilares de esta devoción. Por un lado, la orden es modelo de una “escuela de espiritualidad”. También habló del escapulario, que convertía a la Virgen en “intercesora ante los difuntos”. Y por último destacó que la figura de la Virgen forma parte de la vida de conventos como los de San Fernando o Málaga, y es patrona de muchas localidades costeras. Así se llega a 1901, cuando un decreto real la nombra Patrona de la Marina de Guerra. Desde 1606, las cofradías, que ya incluían a laicos, se pueden fundar fuera de las iglesias. La de Rute data de 1692. Aquí no había convento carmelitano, pero sí en localidades de la provincia “con priores de Rute”.

Esta expansión por el resto de España e Hispanoamérica culmina con los procesos de coronación canónica. En nuestro país se habían dado pocos hasta los años 60. A partir de entonces no dejan de sucederse, hasta llegar al de Rute. Asegura que hay “méritos de sobra” para que la Patrona sea coronada canónicamente. El prior comparó el proceso al de un parto, con momentos difíciles pero dignos de recordar. Por eso, concluyó instando a disfrutar de cada uno de esos momentos que vivirán hasta el 28 de julio de 2018.

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