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El ruteño fue el más rápido en todas las mangas de la última prueba, la Subida a Santa María de la Alameda
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Jiménez ha competido en el Grupo N de una modalidad novedosa para él, ya que se disputa sin copiloto
Hablar de deportes de motor en Rute es referirse a Francisco Jiménez. En los últimos años se había convertido en un piloto habitual de los rallyes en toda nuestra comunidad autónoma. Con ese bagaje, este año decidió reorientar su trayectoria y probar en una modalidad nueva para él: el Campeonato de España de Montaña. El cambio principal, y por tanto lo incierto de la experiencia, llegaba por la ausencia de copiloto. Jiménez se ha adaptado a las nuevas circunstancias y ha completado una temporada que le ha llevado a lograr un subcampeonato en el Grupo N, donde estaba encuadrado. Además, ha rematado su actuación con autoridad, adjudicándose sin discusión la última prueba.
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Para ello, del 21 al 23 de octubre se ha trasladado con su equipo hasta Madrid. Allí ha tenido lugar la Subida a Santa María de la Alameda. Jiménez ha conseguido el primer puesto en su categoría y el cuarto en la general del Campeonato de España. De esta forma, el piloto ruteño ha rubricado el segundo puesto al término de este campeonato. Confiesa que la aspiración era luchar por el primero. Pero la valoración es más que positiva, si se tiene en cuenta que en pruebas anteriores sufrieron dos roturas y que al fin y al cabo, ha sido el primer año en esta especialidad.
Respecto al desarrollo de esta última cita, el protagonista ha sido la meteorología. Como en buena parte del país, la lluvia hizo acto de presencia en toda la zona de El Escorial, donde se celebraba la prueba. De hecho, los pilotos hicieron las seis mangas con agua. Tan sólo en una de ellas no llovió, pero el asfalto seguía mojado. Según Jiménez, eso les ha beneficiado. Como ha subrayado en más de una ocasión, los Mitsubishi tienen más caballos que el Subaru Impreza del ruteño. Sin embargo, bajo la lluvia el rendimiento se iguala y se impone la pericia de los pilotos. Además, tampoco hubo que plantearse en exceso qué tipo de neumáticos usar, si para seco o para mojado. Tan sólo dudaron entre unos especialmente diseñados para más agua y otros para menos.
Echando la vista atrás, cree que la temporada ha sido “fructífera”, más aún considerando esa condición de “novatos”, puesto que antes siempre habían corrido rallyes. Aparte de haberse acoplado, cree que han sido bien recibidos por los compañeros. Por lo demás, no ve más dificultad o menos entre un rally y un campeonato de montaña, simplemente es distinto. La diferencia fundamental ha sido correr sin copiloto, como el suyo le recordaba. En esta ocasión, ha ido solo, lo que le obliga a “memorizar y tener mucha sangre fría”. Habla en plural porque, si bien quien se pone al volante es él, no olvida que tiene un amplio equipo detrás, desde el respaldo “incondicional” de su esposa al de los mecánicos, “que además son amigos”. Tampoco pasa por alto el papel crucial de los patrocinadores, ya sean instituciones como la Diputación o el Ayuntamiento de Rute, o empresas, como Cruzber o Indusmetal Torres.
Aunque éste se ha dado muy bien, todavía es pronto para aventurar qué ocurrirá el próximo año. Asegura que, tan pronto como lo sepa, lo comunicará, “para que lo sepa el pueblo de Rute, que siempre apoya y está orgulloso de tener un piloto”. Lo que sí ha adelantado es la intención de celebrar en la localidad un rally “corto, de un tramo” antes de que acabe el año, en la primera semana de diciembre. Se aprovecharía así la afluencia de gente en plena campaña de Navidad. En este caso, él no participaría, pero colaboraría en la organización. Ya se ha hablado con el Ayuntamiento, desde donde han mostrado la predisposición para cooperar. De momento, es sólo una idea pero quieren ir madurándola a lo largo del mes de noviembre.
