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Se cumple un cuarto de siglo desde que se constituyó la actual asociación cultural que saca a la Virgen del Carmen en esta aldea ruteña
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El origen de esta procesión se remonta a la celebración de la Verbena de San Lorenzo
Las aldeas ruteñas viven con igual intensidad sus fiestas carmelitanas. Paralelamente a las Fiestas Patronales en el casco urbano de Rute, en Zambra y Llanos de Don Juan también sale en procesión la imagen de la Virgen del Carmen. Si en Los Llanos la salida llega en el tercer fin de semana de agosto, en la pedanía zambreña lo había hecho una semana antes. No ha sido ésta una salida más, ya que se cumplen 25 años desde que se constituyera la asociación cultural creada para sacar en procesión a la Virgen. Sus actuales miembros matizan que no son una cofradía propiamente dicha, ya que ello requeriría un número de hermanos y sobre todo unos estatutos con los que ahora mismo no cuentan. Conviven en la directiva con algunos de los fundadores de hace un cuarto de siglo.
Para entender el origen, hay que remontarse a la celebración de la Verbena de San Lorenzo. Dentro de esta feria de ganado, era costumbre sacar a la Virgen del Carmen. La talla existía, por tanto, desde antes. No sabrían precisar desde cuándo, pero los más jóvenes la recuerdan en la aldea desde pequeños. Sin embargo, el hecho de que saliera en procesión en esta Verbena de San Lorenzo era más una costumbre que parte del programa de fiestas. Con el nacimiento de la asociación se le dio, pues, un carácter más oficial. Ahora, personas como Antonio Lechado o José Antonio Arévalo han cogido el testigo de los fundadores. Trabajan por estas fiestas junto a algunos “supervivientes” y esperan que se incorpore savia nueva para echar una mano. Al cabo de este tiempo, creen que es una tradición muy arraigada a la aldea.
Los dos coinciden en esa circunstancia. El hecho de ser unas “fiestas de pueblo” permite mantener ciertas tradiciones, que las fiestas sean parte de la idiosincrasia de Zambra. A la vez, las hace atractivas para visitantes del resto de Rute y pueblos vecinos que se acercan buscando algo diferente en pleno verano. El camino de estos 25 años se ha hecho patente en las fiestas y en la revista que edita la asociación. Como si de un álbum de fotos se tratara, han recuperado las portadas de estos cinco lustros. Confiesan que ha costado encontrar las más antiguas, ya que no estaban digitalizadas. Según apuntan, ha sido de gran ayuda el archivo de Imprenta García y, cómo no, que haya personas que, cual coleccionistas, se han preocupado de guardarlas año tras año.
Por otra parte, aunque nacieron como una celebración eminentemente religiosa, las fiestas han crecido en este tiempo. Se han diversificado. Como suele ocurrir en citas similares, junto al programa de cultos hay otro paralelo de actividades lúdicas o culturales. Así, tras la procesión de la noche del 8 de agosto, el domingo 9 se celebró una “fiesta del agua”, pensada sobre todo como diversión para los más jóvenes, según explica José Antonio Arévalo. También ha habido hueco para la música y la solidaridad. Terminada la procesión el sábado por la noche, se dio paso a una actuación del cantaor “El Balilla”. No se cobraba entrada, sino que, como colaboración, había que aportar productos no perecederos. Antonio Lechado se ha mostrado muy satisfecho y agradecido, ya que se han obtenido unos quinientos kilos de alimentos que se entregaron a la delegación de Cáritas en Rute. Del mismo modo, han querido dar las gracias a todas las firmas que han colaborado en la revista y en general a los vecinos que han echado una mano. A modo de conclusión, creen que es la mejor manera de que esta tradición se mantenga y de que se sientan partícipes en toda la aldea.
