El tiempo desluce el comienzo de la Semana Santa en Rute

  • La lluvia apareció en mitad de la procesión de la Borriquita, que tuvo que resguardarse en San Pedro

  • Por la noche, la cofradía de la Vera Cruz aceleró su recorrido ante la amenaza de nuevas precipitaciones

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Los dos pasos de la Vera Cruz culminaron el recorrido subiendo a su ermita con la única iluminación de las antorchas

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El comienzo de la Semana Santa ha confirmado una por una las peores previsiones meteorológicas para Rute. Se anunciaba para la primera parte la presencia de chubascos ocasionales. En ningún caso serían muy intensos, pero sí lo bastante constantes para impedir o condicionar algún recorrido procesional. Y ha sido justo así. La mañana del Domingo de Ramos amaneció espléndidamente soleada, pero los mapas del tiempo pronosticaban que hacia mediodía cambiarían las tornas. Aunque todavía estemos en marzo (la de 2016 ha sido una de las fechas más bajas posibles para la Semana Santa), en Rute ese fenómeno meteorológico tiene un nombre popular, las “abriladas”. En apenas unos minutos se nubla el cielo, se cierra y comienza a descargar. Son episodios nubosos tan rápidos y cambiantes que en apenas unas horas modifican cualquier previsión meteorológica.

La imagen entrañable de la mañana fue la de la Borriquita acercándose a la residencia de ancianos
La imagen entrañable de la mañana fue la de la Borriquita acercándose a la residencia de ancianos
  • A los pocos minutos de llegar la Borriquita a San Pedro, el aguacero apretó de manera considerable
  • Poco después de las diez de la noche las imágenes de la Vera Cruz ya estaban de regreso a su ermita

En nuestro pueblo, ya hubo una primera advertencia con el Vía Crucis del Cristo de la Expiración, el Viernes de Dolores en San Pedro. La hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y la Soledad de Nuestra Señora pudo completarlo sin incidencias. Sin embargo, un rato después de que concluyera cayó el primer chaparrón del fin de semana. Ya en la jornada del sábado, a menos de 24 horas para la salida de la Borriquita, esos chubascos intermitentes se preveían entre las cuatro y las siete de la tarde. De haber sido así, habría condicionado la salida de las imágenes de la Vera Cruz. Conforme avanzó el reloj, el domingo temprano, esas tres horas de episodios lluviosos se habían adelantado entre las dos y las cinco de la tarde.

Con esos cálculos, la intención de la cofradía de la Borriquita era ir rápido hasta el Paseo Francisco Salto, para poder estrenar la carrera oficial. Si se cumplían las previsiones y comenzaba a llover, acelerarían junto a la Agrupación Musical Santo Ángel Custodio el tramo final hasta Santa Catalina. Para su sorpresa, el panorama pintaba muy mal en torno a la una y cuarto, poco antes de llegar a San Pedro. En vista de ello, pidieron a la cofradía del Abuelito que hicieran un hueco con sus imágenes para resguardar la de la Borriquita allí dentro. Tuvieron el tiempo justo. A los pocos minutos, el aguacero apretó de manera considerable. Aun así, ante la difícil disponibilidad de los costaleros, optaron por cubrir con plásticos la imagen de Jesús en su Entrada Triunfal en Jerusalén para llevarlo a Santa Catalina. Así lo hicieron y pese a que continuaba lloviendo, aun mojándose el trono, hicieron un traslado rápido hasta su templo.

Después no volvería a aparecer la lluvia durante el resto de la tarde. Pero las nubes que asomaban en el horizonte eran muy amenazantes para las imágenes de Jesús Amarrado a la Columna y la Virgen de la Sangre. De ahí que la cofradía de la Vera Cruz acelerara notablemente el recorrido. Apenas pasaban unos minutos de las diez de la noche cuando subieron la calle de vuelta a su ermita. Antes, eso sí, se convirtió en la primera procesión que pasa por el tramo de carrera oficial que se ha habilitado este año como gran novedad. Ya con la tranquilidad que daba la proximidad a la ermita, se pudo ver esa sobrecogedora estampa de los dos pasos subiendo por la calle Virgen de la Sangre. Para la ocasión, se apaga el alumbrado público y queda la única iluminación de las antorchas, al son de la marcha “Mi Amargura”, interpretada esta vez por la Banda Municipal de Cuevas del Becerro.

Por lo tanto, pese a que la lluvia ha deslucido el arranque de la Semana Santa en Rute, se han podido vivir con las primeras estaciones de penitencia algunos momentos intensos, de los que quedan en la retina. Es el caso de los mencionados de la Vera Cruz, con la carrera oficial y el tramo final. También por la mañana la Borriquita recreó ese instante emotivo, justo después de la salida, en que el paso se adentra en la calle Portugueses, con los mayores de la residencia Juan Crisóstomo Mangas esperando en la puerta. Por último, cabe destacar el detalle que siempre tienen las cofradías de recordar con un crespón negro a quienes ya no están. La Vera Cruz tuvo ese recuerdo para dos de sus hermanas, mientras que la Borriquita hizo lo propio con Manuela López, muy unida a esta hermandad.

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