El médico de Rute Raimundo Tirado es nombrado jefe de servicio de Medicina Interna en el hospital Infanta Margarita

Raimundo Tirado Miranda

Raimundo Tirado Miranda

En cierto modo, se está volviendo a “un tronco común”. De esta forma, se tendría la visión “integral” del internista y la “particular” del especialista en un órgano o aparato concreto. Las razones estriban en que han surgido patologías como el Sida, “que afectan a múltiples órganos”, y sobre todo lo que los profesionales conocen como “el paciente pluripatológico”.

Gracias a los avances de todo tipo, las personas viven más y con el tiempo desarrollan patologías diversas. Cuando un paciente acude al hospital “no lo hace porque haya perdido la salud de un órgano determinado, sino que éste influye en otros”. Ahí es donde se hace necesaria esa valoración integral “por supuesto con el apoyo del resto de especialidades”.
El proceso de nombramiento de Raimundo Tirado surgió después de que su predecesor en el cargo, el doctor Criado, decidiera cesar en sus funciones. Entonces la Dirección Gerencia del hospital sacó la plaza a concurso a través del BOJA. Para valorar la candidatura del médico ruteño, se basaron en su currículum y en la presentación de un proyecto de gestión del servicio. Dentro de su proyecto figuraban las líneas básicas que vienen establecidas por ley, como los derechos de garantías de plazos en pruebas diagnósticas o consultas externas, o una buena gestión en las camas de hospital.

Junto a éstas, hay otras líneas específicas que le resultan muy familiares después de siete años. Conoce las necesidades del servicio y de sus compañeros. Por eso, no dudó en consultar esas inquietudes con ellos antes de presentar su candidatura. Todos veían como grandes prioridades la revitalización del área científica, “participando en congresos, estimulando la investigación en el hospital e intentando adecuar los recursos humanos con las necesidades de la zona”.

Tampoco pierde de vista emprender proyectos “muy sensibles” como los cuidados paliativos y especialmente “sacar el hospital y llevarlo a la sociedad”. Considera que éste es un punto que no se había realizado, “al menos desde el servicio de medicina interna”. No hay que olvidar que el hospital presta un servicio a la sociedad “y es lógico conocer sus necesidades”.

El centro de salud sigue siendo el servicio más cercano y cuando se acude a un hospital, “donde no se conoce a los médicos que te atienden”, el ambiente tiene todavía algo de “hostil”. De hecho, en el área de Participación Ciudadana de Infanta Margarita ya se está trabajando en ese aspecto y se les ha pedido colaboración “para hacer un hospital más humano”. Para ello cree que es importante contactar con asociaciones “que tengan intereses no sólo médicos sino incluso culturales”.

En cuanto a la investigación, las carencias han venido marcadas por tratarse de un hospital comarcal. A diferencia de Reina Sofía, “que a diario genera noticias de investigación en la prensa”, la labor de Infanta Margarita ha sido “más asistencial”. Esta tendencia desde luego es general en los hospitales comarcales, “porque su dotación de personal es inferior a los centros de referencia”. Pero también se necesita “masa crítica”, es decir, un número de profesionales adecuado que puedan discutir sus puntos de vista.

No obstante, cree que Infanta Margarita, “con sus limitaciones”, es un hospital de un tamaño “aceptable”. Por eso, lo ve como un centro para desarrollar la investigación, “que a su vez mejoraría la asistencia”. Se trata de un binomio que debe ir “a la par, porque si no hay tiempo para el progreso en los conocimientos no se puede aplicar a la asistencia”. Hasta la fecha, sin embargo, ese binomio ha dependido más “del voluntarismo” de los profesionales. A partir de ahora se le quiere dar un carácter oficial “o reconducir ese esfuerzo individual en uno colectivo”.

Si Raimundo y sus compañeros son conscientes de todas estas actuaciones, tampoco pierden de vista que hace falta dotarlas económicamente. El nuevo jefe de servicio ha señalado que la Dirección Gerencia del hospital ha hecho en el último año un esfuerzo en cuanto a recursos humanos. De ahí que piensen que están en disposición de atender las demandas de la población y acometer los objetivos marcados. Incluso estudian otros que vienen a través de los compañeros de Cuidados Intensivos, como trasplantes, “que implican a todo el hospital y que pueden ser un revulsivo”.

Respecto al tiempo para perfilarlos, el proyecto de gestión abarca cuatro años. Entonces se reevaluará lo que ha conseguido y lo que no. Raimundo reconoce que se ha marcado unos objetivos “ambiciosos y por tanto no pueden ser inmediatos”. Lo que se pretende es, al menos, “establecer las bases para que a medio plazo se hagan realidad”.

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