El Servicio de Recogida de Perros Vagabundos se presta en Rute mediante un convenio suscrito entre el Ayuntamiento y la Diputación de Córdoba, a través de la empresa concertada por la entidad provincial. Dicho convenio acaba de reanudarse en el mes de octubre. Según ha comunicado el teniente de alcalde Manuel Muñoz, la renovación coincide normalmente con el cambio de la empresa privada con quien a su vez tiene concertado el acuerdo la Diputación. Estos acuerdos suelen ser bianuales. Así pues, el que se acaba de suscribir se prolongaría hasta 2016.
Como norma general, el servicio se presta una vez al mes. Ahora bien, si alguien ve un animal abandonado o tiene uno del que ya no puede hacerse cargo, esta empresa se ocuparía de él. Eso sí, en el segundo caso, habría que abonar una pequeña tasa por la recogida. En cambio, no generará coste adicional cuando un vecino tenga conocimiento de la existencia de animales vagabundos o necesite entregar alguno de su propiedad. En ese supuesto, podrá comunicarlo a la Policía Local en casos de urgencia. Como tal, se considerará la presencia de animales potencialmente peligrosos en la vía pública sin dueño conocido; la presencia de perros agresivos y que hayan demostrado agresiones a persona u otros animales; o la presencia en la vía pública de animales heridos. En cualquiera de estas circunstancias, se ruega avisar lo antes posible.
Para Muñoz, este convenio es en cierto modo “un complemento” a la ordenanza municipal reguladora de animales abandonados. Con frecuencia, en Rute la protectora GPAR se ha hecho cargo de ellos. Muñoz califica de “inmejorable” el servicio que presta la asociación. El problema, como recuerda, es que en GPAR están desbordados. Por su propia idiosincrasia, la protectora no sacrifica ningún animal y el refugio de que disponen está colapsado. De hecho, lo que suele ocurrir es que quien desea desprenderse de un animal no recurre a esta empresa, sino que se acerca al refugio de GPAR y lo deja atado en la puerta. El concejal ha instado a que quien lo precise recurra a este servicio, sin perder de vista que tener una mascota conlleva “una responsabilidad”. Por ello, ha de calibrarse de antemano si se va a estar en condiciones de cuidarla y mantenerla.
