Toma de datos de Victoria Marín, en el observatorio
Acabamos de cerrar un año agrícola que ha dejado cifras históricas en Rute. Victoria Marín, colaboradora de Radio Rute y encargada de facilitar los guarismos oficiales a la Agencia Estatal de Meteorología, tiene ya completadas las referencias en precipitaciones y temperaturas del municipio. Los datos más significativos han llegado en las lluvias. El año agrícola en Rute, comprendido entre el 1 de septiembre de 2009 al 31 de agosto de 2010, ha dejado un total de 1120,8 litros. Es la mayor cantidad de agua caída de la que se tiene constancia, muy por encima de los 777,6 del ejercicio anterior. Hasta ahora, el registro más alto se había producido en la temporada 95/96, con 1002 litros. Por el contrario, los períodos más secos fueron 2004-2005, con 285,1 litros, seguido del 94/95, con 385.
La clave para este nuevo tope ha estado en los meses de invierno. Especialmente el de 2009 ha sido el diciembre más lluvioso desde que se realizan estas mediciones de forma oficial, con 349 litros. La cifra más cercana en ese mes se remonta a 1996, con 288,7 litros. La otra clave para haber batido la marca de lluvias han sido los numerosos días que cayó agua de forma continuada entre diciembre y enero. Las últimas precipitaciones del recién terminado ejercicio llegaban en forma de tormenta a mediados de agosto, cuando en una sola jornada cayeron 43,5 litros.
No se ha establecido, en cambio, ninguna marca en las temperaturas, pese al calor que se ha padecido en los dos últimos meses. Tan sólo un día se alcanzaron los 40 grados en el observatorio. A ellos siempre hay que añadir aproximadamente tres en el casco urbano. Victoria ha comprobado cómo ha habido años en los que se han registrado máximas de hasta 43 grados en lo que ella llama irónicamente “el aeropuerto”. El problema ha estado en “la acumulación” de tantos días seguidos de calor. De hecho, la media de julio ha sido de 35,73 grados, mientras que la de agosto ha sido de 34,51. A eso se han sumado mínimas muy altas, “que con frecuencia han roto la barrera del sueño”.
