Chico se hace grande en la exigente Ultra Sierra Nevada

  • El corredor ruteño queda en el puesto 14 de la general en la carrera trail de mayor altitud de España, con cien kilómetros y un desnivel de seis mil metros

Chico (a la derecha) con Miguel Ángel Mangas, que tuvo que abandonar por una lesión

José María Garrido, “Chico”, mantiene su proyección en las carreras de montaña. Son muchos los que ya sitúan al de Rute como el mejor o uno de los mejores amateur de la comarca. Pruebas tan exigentes como la Ultra Sierra Nevada lo ratifican. Con cien kilómetros y un desnivel acumulado de seis mil metros, es la carrera de montaña de más altitud de España. A ello se sumaba la ola de calor, que propició varios abandonos. No fue el caso de Chico, que se ha aupado al puesto 14 de la general, por encima incluso de corredores profesionales, entre los más de cuatrocientos de hasta 38 países que tomaron la salida desde la capital granadina en la medianoche del 14 al 15 de julio.

  • La prueba contó con la presencia de más de cuatrocientos corredores de hasta 38 países
El ruteño aplaudido por sus compañeros tras cruzar la meta

El propio corredor admite su grata sorpresa. Hace dos años, corrió una distancia similar, los 101 de Ronda, y ahora su objetivo era terminar. Con tanto desnivel y el calor, no sabía qué se podía encontrar. Además, siempre se puede sufrir una lesión. Es lo que le ocurrió a su compañero Miguel Ángel Mangas. Los dos miembros del Club Hacho Trail llevaban meses preparando la carrera en DeporSalud, centro al que Chico agradece su puesta a punto. Ambos fueron desde Rute con sus familias y otros amigos para afrontar “arropados” este reto. Pese a la alegría, Chico no olvida la desgracia de su compañero, de la que el propio Mangas se encargó de que él no supiera nada hasta la meta.

Cree que Miguel Ángel se encontraba muy bien físicamente, “pero ante una lesión no se puede hacer nada y hasta última hora puede pasar de todo”. Pese a estar “nervioso” antes de la salida, y tras un leve bajón a primera hora, él se sintió muy bien “física y mentalmente” el resto de la carrera. De hecho, asegura que se le acabó haciendo “muy corta”. Contaba con el calor, y su estrategia fue apretar de noche para evitar las horas punta del día. En cualquier caso, corriendo llega a olvidarse hasta el calor, aunque procuraba hidratarse bien o refrescarse “cuando veía un río”.

Chico agradece el apoyo de los compañeros de Hacho Trail que fueron desde Rute. Le informaban de la clasificación y en puntos delicados como Pradollano le insuflaron ánimos. Después, en meta, lo esperaban con su mujer, su hija, sus padres y otros miembros de la familia… “todo muy bonito”, confiesa. Aún con la euforia, no se le olvidan los entrenamientos, el esfuerzo, la recompensa final y las felicitaciones posteriores. Aparte de alguna carrera más, en noviembre quiere hacer el Maratón Alpino Jarapalos, en Málaga. Pero de momento toca descansar y recuperarse de tal proeza.

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