Un lema elocuente y directo, “Di NO a las drogas”, fue el elegido para una iniciativa municipal enfocada a los más jóvenes. Se desarrolló por todo el casco urbano de Rute en la mañana del sábado, 16 de mayo, y mezclaba lo lúdico con lo deportivo. El evento central era una yincana promovida por la concejalía de Juventud, con una duración de dos horas. Estaba dirigida a los estudiantes del instituto, ya que se enmarcaba dentro del programa de ocio alternativo puesto en marcha hace unos años por esta concejalía. Desde su nacimiento se han propuesto diferentes actividades encaminadas a fomentar los hábitos sanos y deportivos entre adolescentes, frente al botellón. No es de extrañar, pues, que vayan mano a mano las áreas de Juventud y Deportes, que en este caso recaen en la misma persona, el concejal Manuel Sánchez. En su opinión, la yincana, aunque (como prueba de orientación) se asemeja a un raid, está pensada para un público más joven. Además, como recuerda, incluye un importante componente lúdico.
Ese componente lúdico se vería reforzado con las actividades del tramo final, como la exhibición de zumba. Según Sandra López, animadora juvenil de la Ludoteca, la idea era que este día se convirtiera en una jornada de puertas abiertas para quien no conozca aún los servicios que ofrece el Centro Cultural Rafael Martínez-Simancas. Por ello, dándole un toque de convivencia intergeneracional, la mañana terminó con una paella preparada por el AMPA “El Junquillo”, colaboradora en la organización de la actividad. Junto a la paella, hubo una “barra alternativa”, donde no de vendía alcohol.
La valoración de la mañana fue más que positiva para todas las partes implicadas. Se había establecido un tope de 35 parejas. Si se sobrepasaba, se haría un sorteo, ya que había otras actividades en las que participar. En los días previos llegó a haber hasta 51 inscripciones, aunque finalmente con las bajas de última hora, no hubo que recurrir al mencionado sorteo. Tanto la yincana como las actividades posteriores fueron diseñadas por la empresa GR7 Aventura. Su gerente, Sandra Trujillo, había avanzado antes de desvelar el recorrido de la yincana, que ésta no saldría del casco urbano pero sí “tocaría” todos los rincones de Rute.
También se cumplió otra de sus previsiones: que la yincana fuera fácil y a la vez. Aunque los participantes sufrieron los rigores del calor matinal, tuvieron ocasión de refrescarse con algunas de las pruebas, como la de pinchar globos con agua. Otras resultaron de lo más original, como la de intercambiar en algunos establecimientos abrazos por un producto. Para terminar, las tres primeras parejas recibieron “como premio” un remojón que a buen seguro agradecieron con el calor de mediodía. Tras el esfuerzo, tocó reponerse con la paella.
